Este jueves llega la etapa 12 del Tour de Francia y con ella, el ascenso más temido y esperado por los ciclistas. Al menos esperado por Quintana, que en la previa la ha señalado como clave para sus aspiraciones.

Muchos lo critican porque no ha atacado durante las jornadas anteriores a Crhis Froome, quien en la etapa del miércoles le sacó una ventaja de 35 segundos. Pero lo cierto es que está guardando energía para este demoledor ascenso.

Es tan fuerte, que en su primera participación en el Tour, hace 3 años y cuando Nairo apenas tenía 23, el colombiano cayó desvanecido de su bicicleta al cruzar la meta. Quintana le seguía los pedalazos a Froome, quien se hizo con la etapa con 29 segundos de diferencia.

Lo dejó todo, en cada metro, como siempre lo hace. Llegó con el aliento que da el pundonor, pues sus piernas apenas le respondían. Parecía un moribundo y ese día todos conocieron de qué estaba hecho.

Ese año el escarabajo colombiano fue segundo, pese a que el Movistar lo había llevado como gregario de Valverde. Además se hizo con la camiseta del mejor joven y del mejor escalador.

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