El controvertido tenista australiano se hizo notar una vez más por su comportamiento en Shanghai y estimó “no deber nada” al público.

El Kyrgios bueno se había destacado con su tercer título de la temporada, conquistado el domingo en Tokio.

El verdadero Kyrgios volvió a aparecer en la ciudad china, eliminado sin combatir en la segunda vuelta por el modesto alemán Mischa Zverev, salido de las calificaciones, en dos sets (6-3, 6-1).

El joven australiano, de 21 años, fue llamado primero al orden por el árbitro, que le pidió que se metiera en el partido, después de que Kyrgios efectuara un servicio extremadamente lento, lo que le hizo perder el saque y ponerse por detrás 4-1 en la primera manga.

Una advertencia que no frenó a Kyrgios, que parecía no esforzarse por competir en el partido.

Durante el partido, el número uno australiano se enfrentó a un espectador que lo silbaba y fue sancionado por haber lanzado una grosería.

Una acumulación de incidentes que hizo que Kyrgios dejara la pista entre los abucheos de los espectadores, una reacción que el tenista afirmó “no comprender para nada”.

“No les debo nada. Si supieran de qué hablan, estarían en una pista de tenis y ganarían partidos”, afirmó. “De verdad que no los comprendo para nada”, insistió.

Si no les gusta, yo no les he pedido que me vengan a ver. Váyanse, es simple. Si son tan buenos jugando al tenis y para dar consejos, ¿por qué no están en el circuito?”,

lanzó el jugador.

Con AFP

LO ÚLTIMO