El Sport Club Pacífico de Mendoza, que juega el Federal B, la cuarta categoría del fútbol argentino, acudió a esta mala práctica, famosa por ser impuesta en los ochenta por el DT Salvador Bilardo (un prócer de Estudiantes).

“Tuve que acudir al libreto viejo, la gran Bilardo”, aseguró el defensor Federico Allende a la emisora FM Vorterix de Córdoba –replicada por Espn–, cuando le preguntaron cómo hizo para detener a los delanteros rivales.

Sin ningún tipo de pena, el zaguero dijo que al atacante colombiano Juan Otero lo chuzó con agujas. “Pobre negro, lo maté. Qué querés que haga. Esto es para vivos y bueno, se dio así”, confesó.

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“Sabíamos que teníamos que ensuciar el partido. Sabíamos que al jugador de primera (división) no le gusta el roce”, añadió.

La víctima de las agujas, el colombiano Otero, dijo que al notar los pinchazos con la aguja, le avisó varias veces al árbitro y los jueces de línea, pero no le creyeron. “Ellos lo tomaron todo a juego, pensaron que era mentira”, dijo resignado el jugador.

“Esto es fútbol, no es una pandilla paran que me andés pinchando”, también le dijo el delantero al defensa, pero este claramente tampoco le hizo caso. “Gracias a Dios no me hizo daño”, concluyó.

Pese a las molestias, el colombiano marcó un gol en el partido, pero no fue suficiente, pues Estudiantes de La Plata perdió y fue eliminado de la Copa Argentina a manos del Pacífico.

Con la confesión pública de la trampa, quedaría esperar si Estudiantes denunciará el partido y si al menos el jugador Allende será sancionado.

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