“Pensé que aún me quedaba algunos kilómetros por recorrer, hubiera podido ir más rápido”, declaró sonriente este hombre de apenas metro y medio de altura tras dar 92 vueltas a la pista de un velódromo de la región parisina, rodeado por una nube de periodistas.

“Ahora espero a mi adversario”, alguien que logre batir su récord en la nueva categoría para las personas de 105 años en adelante, agregó en tono de broma.

Este récord de velocidad para personas de su edad debe aún ser homologado por instancias internacionales, después de pasar pruebas antidopaje.

Varios cientos de personas acudieron a la cita para alentar al centenario.

El secreto de su envidiable estado físico, explicó recientemente, es la práctica regular del deporte, el consumo de mucha fruta y verduras, no beber mucho alcohol y no fumar.

La psicóloga y profesora de universidad Veronique Billat, que le sigue desde que cumplió 100 años completa el misterio: “Su cuerpo es pequeño pero tiene un corazón que bombea tanta sangre por minuto como el de una persona más grande”.

Su personalidad también juega un papel: “Tiene una gran determinación, no duda, no tiene miedo de intentar las cosas”.

Con información de AFP.

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