Recomendación sencilla para guardar y conservar la lechuga por más tiempo

Guardar y conservar de forma correcta la lechuga, o incluso más frutas y verduras, es una manera de prolongar su vida útil. Por ellos es importante conocer cómo se puede almacenar para que no pierda su frescura o incluso no pierda su color, esta hortaliza es muy propensa a oxidarse y que sus hojas se marchiten o quemen.

(Vea también: Arroz y otros alimentos que no se deberían preparar en ‘Air Fryer’ para cuidarla)

Las hojas de la lechuga son muy frágiles y puedes notarlo cuando rápidamente se aflojan o se ponen marrones y empieza a ganar pequeñas manchas cafés de óxido que dañan toda su frescura. Esto no debe sucederte, y para que no ocurra, aquí te explicamos paso a paso la mejor forma de guardar y conservar la lechuga.

Verás que al seguir estos trucos que sirven para todo tipo de lechuga, y para la espinaca también, podrás mantenerla por más tiempo con la misma frescura.

¿Cómo conservar la lechuga?

Recuerda que la humedad de las frutas, verduras y hortalizas suele ser uno de los factores más determinantes para que estos alimentos pierdan frescura en un periodo de tiempo más corto. Sin embargo, en este caso podrás lograr conservarla bien en el refrigerador.

Necesitas:

• Papel de cocina.
• Papel film.
• Envase hermético de vidrio.

1. Es clave empezar limpiando y desinfectando la lechuga, para esto se puede retirar la primera capa o algunas hojas que tengan daños o manchitas, que no se ven tan frescas o que estén rotas.
2. Escurre el exceso de agua, y si quieres puedes utilizar algo de vinagre para limpiarla. Puedes deshojar la lechuga antes o después de lavarla.
3. Introduce la lechuga fresca en un recipiente de cristal que tenga tapa, puede ser un tupper sencillo. Lo importante es que sea de cristal y hermético.
4. Hay que poner una capa de papel de cocina limpio en la base del recipiente, luego introducir la lechuga, luego colocar otro pedazo de papel seco encima y también agregar una capa de papel film, esto permitirá conservar las hojas sin que factores externos las afecten.
5. Lleva a la nevera. Puedes guardarla en el cajón de frutas y verduras, de esta forma no se dañará con el frío del electrodoméstico y estará lista para usarla cuando desees, manteniendo su frescura, color y sabor crujiente.