¿Cuál es el momento del día en la que el cerebro es más productivo? Esto dicen expertos

Durante toda la jornada laboral, los trabajadores tienen momentos de alta productividad en los que pueden resolver problemas y responder al estrés de manera satisfactoria y, en cambio, otros donde cualquier labor básica puede convertirse en un fuerte obstáculo. 

Aunque parezca increíble, varios investigadores han abarcado el tema y han llegado a conclusiones sorprendentes con respecto a las horas en las que el cerebro es más activo, teniendo en cuenta ciertos factores externos que pueden influir en esto.

Como primera instancia hay que tener en cuenta que, si bien hay momentos de más fluidez y trabajo cerebral, este órgano nunca deja de funcionar, ni siquiera cuando se duerme.  Según la revista Unam Global, el cerebro se mantiene trabajando de manera constante las 24 horas. 

Cuáles son las horas más productivas del cerebro

Según una investigación realizada por los psicólogos Dillingham Dodson y Robert Yerkes a inicios de 1900, el rendimiento cerebral aumenta acorde con la excitación fisiológica y mental de un individuo hasta cierto punto.

Por lo anterior, el momento más productivo en el trabajo es cuando tenemos la presión intermedia para hacer nuestros deberes, necesaria para cumplir con nuestras tareas sin que esta llegue a algún extremo por parte de los jefes o superiores. 

Es decir que cuando tenemos mucha presión, o cuando tenemos muy poca, nuestra productividad suele ser muy baja, pues en un extremo de baja presión sentiremos aburrimiento, y en otro de alta presión terminaremos con altos niveles de ansiedad e incluso enfermos. En cambio, cuando tenemos una presión intermedia, esta será suficiente para motivarnos y permitir cumplir nuestras tareas con la mayor productividad posible.

De esta manera, las horas más productivas del cerebro son cuando presentamos episodios de tensión o ansiedad moderados que nos motiven a realizar una determinada acción sin que esta tensión llegue a sofocar o a ser muy baja.

Esta hora suele presentarse en horas de la mañana, cuando sentimos que controlamos nuestras responsabilidades sin que estas lleguen a ser sofocantes, aunque también dependen del tipo de jefe que se tenga y la presión que genere.