Una de las estrategias en el hogar para darle un alivio importante al pago de facturas, con pasos muy simples gracias a ese particular elemento.
Mientras que algunos le apuntan a descuentos en un ‘outlet’ de Éxito para ahorrarse algunos gastos, hay un paso interesante para evitar que la energía llegue más alta por el consumo de la nevera.
¿Cómo usar corcho para ahorrar energía en las neveras?
El ahorro de energía en las neveras tiene un truco casero que ha ganado popularidad en relación con el uso de corchos para obtener resultados que sirven para reducir el gasto en las facturas .
- Reducción del espacio vacío: la idea principal es que, al colocar corchos dentro de la nevera, especialmente si no está completamente llena, se reduce el volumen de aire que el aparato necesita enfriar. Esto disminuye la carga de trabajo del motor, lo que se traduce en un menor consumo de energía.
- Moderación del flujo de aire frío: según algunos estudios, como los mencionados en artículos que citan a la Universidad de Harvard, el corcho actúa como un moderador del flujo de aire frío dentro de la nevera.
- Su estructura porosa y ligera ayuda a distribuir el aire de manera más uniforme, dirigiendo el frío hacia las áreas que más lo necesitan.
- Disminución de la escarcha: otra ventaja que se le atribuye al uso de corchos dentro de la nevera, es la de ayudar a disminuir la creación de escarcha dentro de la misma.
Aunque este truco ha ganado popularidad, es importante recordar que no reemplaza otras medidas de ahorro de energía más fundamentales. Mantener la nevera en buen estado, con las juntas de las puertas sellando correctamente, y evitar abrirla con frecuencia, son acciones clave para reducir el consumo.
Es importante recordar que el corcho ayuda a disminuir el consumo de energía, pero no es una solución definitiva.
¿Qué pasa si se desconecta la nevera todas las noches para ahorrar energía?
Desconectar la nevera todas las noches para ahorrar energía parece solución para reducir el consumo eléctrico, pero no es recomendable por varias razones:
- Aumento del consumo energético: las neveras están diseñadas para estar en funcionamiento 24/7. Si las desconectas cada noche, cuando la vuelvas a conectar al día siguiente, la nevera tendrá que trabajar más para alcanzar la temperatura interna ideal nuevamente. Esto significa que el compresor y otros componentes del sistema de enfriamiento trabajarán durante más tiempo y con más esfuerzo, lo que podría incrementar el consumo de energía al final de la semana.
- Pérdida de alimentos: desconectar la nevera puede provocar que los alimentos no se mantengan fríos durante varias horas. Esto puede hacer que los alimentos perecederos (como carnes, lácteos, y vegetales) se descompongan rápidamente, lo que podría poner en riesgo tu salud y generar desperdicio de comida. Aunque la temperatura de la nevera no sube instantáneamente después de desconectarla, los alimentos se deterioran más rápido si no se mantienen a la temperatura adecuada.
- Estrés en el sistema de la nevera: las neveras están diseñadas para mantener una temperatura constante, y desconectarlas y conectarlas repetidamente puede poner estrés en el sistema de enfriamiento. A la larga, esto podría afectar la durabilidad de la nevera y hacer que se desgaste más rápido, incrementando los costos de mantenimiento o la necesidad de reparación.
- Eficiencia energética de las neveras modernas: las neveras actuales están diseñadas para ser muy eficientes energéticamente y mantienen su consumo de energía a un nivel bajo cuando están en funcionamiento continuo. La desconexión no suele ofrecer un ahorro significativo, ya que los sistemas de eficiencia energética de los modelos modernos ajustan el uso de energía según las necesidades de enfriamiento. Es más efectivo hacer pequeños ajustes, como mantener la puerta cerrada el tiempo necesario, asegurar que el termostato esté en la temperatura adecuada (entre 3°C y 5°C para el refrigerador y -18°C para el congelador), y asegurarse de que las bobinas estén limpias para que el sistema de enfriamiento funcione de manera eficiente.
Hay alternativas para ahorrar energía sin desconectar la nevera:
- Ajustar la temperatura: si está demasiado fría, consumirá más energía sin necesidad. Un ajuste pequeño puede hacer una gran diferencia.
- Ubicación adecuada: ponerla en un lugar fresco y ventilado, lejos de fuentes de calor como estufas, hornos o la luz directa del sol. Esto reducirá la carga del compresor.
- No abrir la puerta frecuentemente: abrir la puerta solo cuando sea necesario y cierra bien para evitar que el frío se escape.
- Mantenimiento regular: tener las bobinas del condensador limpias y asegurarse de que las gomas de las puertas estén en buen estado para evitar pérdidas de frío.
- Inversión en modelos eficientes: si la nevera es antigua, invertir en un modelo más eficiente con certificación energética (como los modelos con la etiqueta A++ o A+++). Aunque la inversión inicial es más alta, permitirá ahorrar energía a largo plazo.
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¿Cómo aumenta el consumo de energía de nevera por abrir y cerrar?
Es cierto que abrir y cerrar la nevera con frecuencia aumenta su consumo de energía.
- Pérdida de aire frío: cada vez que se abre la puerta, el aire frío del interior escapa y es reemplazado por aire caliente del exterior. La nevera, entonces, debe trabajar más para enfriar ese aire caliente y restablecer la temperatura interna.
- Trabajo del compresor: para compensar la pérdida de frío, el compresor de la nevera se activa con mayor frecuencia y durante más tiempo. El compresor es uno de los componentes que más energía consume en la nevera.
- Aumento de la temperatura interna: entre más seguido se abre la puerta de la nevera, mas fluctuaciones de temperatura interna se producen, lo que genera que el aparato tenga que trabajar mas para estabilizarla.
En climas cálidos, la nevera tendrá que trabajar aún más para compensar la entrada de aire caliente. Unas juntas de la puerta en mal estado, o mucha escarcha acumulada, hacen que la nevera tenga que consumir mas energía.
Entre las recomendaciones claves, está abrir la puerta solo cuando sea necesario y planificar lo que se necesita sacar antes de abrirla. Asimismo, cerrarla con rapidez para no dejarla abierta por mucho tiempo.
Es clave verificar el estado de las juntas de la puerta para saber que están sellando correctamente para evitar fugas de aire frío y limpiar la nevera porque la acumulación de escarcha dificulta el enfriamiento.
Además, no introducir alimentos calientes y dejar que se enfríen antes de guardarlos en la nevera, al tiempo de organizarlos bien para saber dónde está cada cosa y no tener que buscar mucho tiempo con la puerta abierta.
*Este artículo fue escrito y curado por periodistas del equipo de redacción, con apoyo de una inteligencia artificial que utiliza ‘machine learning’ para producir texto.