Asperger y autismo: características y cómo aprender a diferenciarlas acorde a la edad

El autismo y Asperger muchas veces se suelen confundir, lo que ha llevado a la polémica de cómo realmente se les debería llamar a las personas con estas condiciones.

El Síndrome del Asperger forma parte de los llamados Trastornos del Espectro Autista. el Asperger es una de las variantes del autismo, ya que ambos son trastornos del neurodesarrollo y son considerados neurodivergentes. El autismo y el Síndrome de Asperger comparten similitudes, pero también tienen diferencias significativas.

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Diferencias entre Asperger y autismo

Entre las diferencias, el Asperger es considerado una forma más leve del autismo, las personas con esta condición tienen un desarrollo normal de su lenguaje, funcionamiento intelectual dentro del promedio de personas de su edad. Aparentemente se pueden comunicar haciendo un uso correcto y funcional del lenguaje, pero presentan dificultad en la comprensión del lenguaje no verbal, como algunas emociones y las señales o claves sociales, es decir, comprender el uso social del lenguaje.

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Por lo tanto, el Síndrome de Asperger se diagnostica generalmente más tarde que el autismo. Las características del Asperger pueden no ser evidentes hasta la infancia media o tardía, mientras que el autismo a menudo se diagnostica en la primera infancia.

Por lo tanto, entre intereses y habilidades específicas, las personas con Asperger a menudo muestran intereses intensos en áreas específicas y pueden tener habilidades excepcionales en esas áreas, como la memorización de datos o el enfoque en detalles minuciosos.

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Mientras tanto, las personas con autismo pueden tener intereses más estereotipados o limitados, y sus habilidades pueden variar ampliamente.

Asimismo, tanto el Asperger como el autismo involucran dificultades en la interacción social, pero pueden manifestarse de manera diferente. Las personas con Asperger pueden tener problemas para comprender las sutilezas sociales y pueden parecer socialmente torpes o ingenuas. Aquellos con autismo pueden enfrentar mayores desafíos en la reciprocidad social, la empatía y la comprensión de las emociones de los demás.

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Finalmente, es de recordar y comprender que el Síndrome de Asperger ya no se diagnostica como una condición separada por lo que se incluyó bajo el término general de Trastorno del Espectro Autista. Sin embargo, las diferencias históricas y las características únicas del Asperger aún se reconocen y se discuten en el ámbito clínico y académico.