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Escrito por: Óskar Ortiz
Actualizado: 2024-04-08 12:14:52
Con algunos artículos de cocina se obtendrán excelentes resultados en la limpieza y se podrá mejorar la calidad de vida de forma muy sencilla.
A los trucos para quitar las rayas negras de las baldosas sin refregar, se le suman algunos otros con pasos prácticos para la limpieza de los rieles de ventanas y puertas en los hogares y oficinas.
Pasos para limpiar rieles de puertas y ventanas
Estas son algunas recomendaciones simples para ejecutar esa tarea de manera exitosa, con lo que quedarán casi como nuevos estos espacios:
- Aspirar: usar una aspiradora con un accesorio de cepillo o una boquilla estrecha para limpiar cualquier suciedad suelta y residuos de los rieles.
- Humedecer: mojar un trapo o una esponja con agua tibia y un poco de jabón suave o detergente para platos.
- Fregar: pasar el trapo o la esponja húmeda a lo largo de los rieles, asegurándose de llegar a todas las grietas y rincones. Si los rieles están muy sucios, se puede usar un cepillo de dientes viejo para fregar las áreas más difíciles.
- Enjuagar: con un trapo limpio o una esponja humedecida con agua limpia, enjuagar los rieles para eliminar cualquier residuo de jabón o suciedad suelta.
- Secar: utilizar un trapo seco para secar completamente los rieles y evitar la acumulación de humedad.
- Aplicar lubricante (opcional): si los rieles están atascados o difíciles de abrir y cerrar, se puede aplicar un lubricante en aerosol específico para rieles de ventanas y puertas para mejorar su funcionamiento.
Con estos sencillos pasos, se podrán mantener los rieles de tus ventanas y puertas limpios y en buen estado de funcionamiento.
¿Cómo lubricar los rieles de las ventanas?
Estos pasos sencillos permiten obtener resultados óptimos para que corran correctamente al abrir y cerrar:
- Limpieza inicial: antes de aplicar lubricante, asegurarse de que los rieles estén limpios y libres de suciedad y residuos. Se pueden seguir los pasos mencionados anteriormente.
- Aplicación de lubricante: una vez que los rieles estén limpios y secos, utilizar un lubricante adecuado. Se puedes optar por algunos comunes como aceite de silicona, aceite mineral o incluso vaselina. Aplicar una pequeña cantidad en los rieles utilizando un pincel, un hisopo de algodón o un paño limpio.
- Distribución uniforme: después de aplicar el lubricante, asegurarse de distribuirlo de manera uniforme a lo largo de los rieles. Se puede mover la ventana hacia adelante y hacia atrás varias veces para ayudar a que el lubricante se distribuya de manera más uniforme.
- Eliminación del exceso: si se aplicó demasiado, se puede eliminar el exceso con un paño limpio y seco. Es importante no dejar que haya demasiado lubricante, ya que podría acumular más suciedad y polvo con el tiempo.
- Prueba de funcionamiento: una vez que se haya aplicado el lubricante, probar el funcionamiento de la ventana para asegurarse de que se deslice suavemente a lo largo de los rieles. Si aún se encuentra algún punto de fricción, se puedes poner un poco más de lubricante y revisar nuevamente.
Con estos sencillos pasos y utilizando productos comunes en el hogar, se podrán lubricar los rieles de las ventanas de manera efectiva y mejorar su funcionamiento. Este mantenimiento periódicamente ayuda a mantener las ventanas en óptimas condiciones.
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¿Cómo se limpian los vidrios para que no queden manchados?
Este es el seguimiento preciso para que mantener su apariencia sin marcas y transparente:
- Preparar una solución de limpieza: mezclar agua tibia con una pequeña cantidad de detergente suave para platos en un balde o recipiente. No usar productos con fragancias o aditivos, ya que pueden dejar residuos en los vidrios.
- Mojar el paño o esponja: sumergir un paño de microfibra limpio o una esponja suave en la solución de limpieza. Asegurarse de escurrirlo bien para evitar que gotee agua sobre el vidrio.
- Limpiar los vidrios: frotarlos suavemente con el paño o la esponja humedecida, trabajando en movimientos circulares o de arriba hacia abajo. Prestar especial atención a las áreas más sucias o manchadas.
- Enjuagar con agua limpia: una vez que se hayan limpiado todos los vidrios, enjuagar el paño o la esponja y exprimir el exceso de agua. Luego, usar el paño o la esponja para limpiar los vidrios nuevamente, esta vez solo con agua limpia para eliminar cualquier residuo de detergente.
- Secar con un paño limpio y seco: usar otro paño de microfibra limpio y seco para secar los vidrios y evitar que queden manchas o marcas de agua. Trabajar en movimientos circulares para obtener un acabado brillante y sin rayas.
*Este artículo fue escrito y curado por periodistas del equipo de redacción, con apoyo de una inteligencia artificial que utiliza ‘machine learning’ para producir texto.