Historia del papá sin brazos ni piernas que sacó adelante a sus hijas conmueve en redes

Aunque en Paraguay es conocido hace varios años, cuando un canal local documentó su vida, fue hasta este semana que la historia de ‘Pablo Carretilla’ literalmente le dio la vuelta al mundo al viralizarse en diferentes redes sociales.

En el año 2017, El Conejo Tv hizo una crónica acerca de este hombre que nació hace 60 años sin brazos y aunque con piernas, no funcionales, por lo que desde niño le tocó moverse en una especie de carretilla, y de ahí viene su apodo.

A finales de enero de este año, días después de llegar al sexto piso, una de las hijas de Acuña dialogó con el diario paraguayo Crónica y allí reveló que su mamá las abandonó cuando ella tenía 4 meses de nacida y su hermana 3 años. Ahora tienen 26 y 29 años, respectivamente.

“Mi papá es mi mundo. Él es mi amigo, confidente y es el mejor papá del mundo. Por eso dejé mi vida en Argentina y vine a quedarme para poder cuidarle, porque mi abuela ya no puede hacerlo, porque ya está viejita”, contó Élida Acuña, la hija menor del hombre.

“Él no puede moverse solo, depende de otra persona hasta para ir al baño, pero sí puede atender su celular marcando con la nariz y también usa el control de la tele de la misma forma”, agregó la joven.

La orgullosa hija dice que en todo el tiempo y a pesar de las duras condiciones de vida de su padre, nunca lo vio triste o desanimado. Recalca que siempre está alegre y que da consejos muy sabios, pese a que nunca estudió. “Es una persona muy inteligente, yo le admiro. Es el mejor papá del mundo”, reiteró su hija a Crónica.

Hasta hace unos meses, a Pablo Acuña le faltaban unos 8 millones de guaraníes (1.200 dólares o más de 4 millones de pesos) para cumplir su sueño de tener una casa propia.

Se desconoce a la fecha si pudo conseguir ese dinero restante, pero Élida detalló en ese momento al rotativo paraguayo que aunque parecía poco, “es muchísimo cuando uno no tiene”. Por ese motivo, estaban recibiendo donaciones.

“Él tiene un sueldo que cobra cada dos meses, pero solo sirve para comer”, finalizó Élida sobre su valiente padre, que sin brazos ni piernas funcionales las sacó adelante a ella y a su hermana mayor.