“No vengan a Cancún”: mujer se queja de corrupción, robos y más en ese destino de México

La mujer encendió las redes sociales con un video en el que denuncia la creciente corrupción en Cancún, Quintana Roo, y el miedo que se vive en uno de los destinos turísticos más populares de ese territorio.

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La conductora aseguró que tanto ciudadanos como turistas son víctimas de extorsión por parte de policías, taxistas y grupos delictivos. En su mensaje, compartido ampliamente en plataformas digitales, narró cómo le confiscaron su automóvil en el aeropuerto de Cancún, imponiéndole una multa de 55.000 pesos mexicanos (unos 12 millones de pesos colombianos).

Los oficiales la acusaron de “usurpar lugares” sin pruebas claras, a la vez que argumentó que fue amedrentada para la obtención de permisos costosos y amenazas constantes.

“En Cancún, estamos solos”, afirmó la denunciante, asegurando que ni la Guardia Nacional ni la empresa Uber ofrecen respaldo a los afectados. La joven criticó duramente la corrupción que permite a los taxistas operar con impunidad, incluso después de agredir a otros conductores.

Adicional a ello, instó a turistas nacionales e internacionales a evitar visitar Cancún, describiendo la ciudad como una “tierra de nadie”. Relató que la corrupción afecta todos los sectores, desde transporte hasta negocios turísticos, y que las autoridades no actúan pese a las constantes denuncias.

“No vengan a Cancún, no vengan a una ciudad en donde no importa si estás haciendo las cosas bien para salir adelante, para trabajar”, dijo la mujer.

Las acusaciones no son nuevas, pues diversos ciudadanos y empresarios han señalado prácticas corruptas para la obtención de permisos y la resolución de conflictos legales en la región. La conductora concluyó su mensaje con un llamado desesperado por justicia y seguridad en Cancún, donde, según ella, “todos pueden hacer lo que quieran”

Ese mensaje va de la mano con las constantes denuncias de viajeros colombianos que afirman haber sido deportados o expulsados de México sin razón aparente, en hechos en los que muchos de ellos han sido arrestados o secuestrados por horas en terminales aéreas sin comida y sin poder comunicarse con sus familiares.