Familia viajó 2.600 millas en EE. UU. para adoptar a perro que nació con problema físico

Muchas personas alrededor del mundo sienten que sus mascotas hacen parte de la familia. La frase de que el perro es el mejor amigo del hombre es tomada muy en serio y hace que compartan en sus redes cada cosa que les ocurre.

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Semanas atrás, un viajero se hizo viral cuando una aerolínea perdió a sus perros en un aeropuerto de Turquía y su reacción de dolor causó todo tipo de comentarios.

Ahora, el turno fue para una familia a la que una mascota abandonada por su aspecto físico le robó el corazón, razón por la que lo rescataron después de un largo viaje.

Familia viajó 2.600 millas para adoptar a un perro que fue rechazado

El Departamento de Servicios para Animales del Condado de San Diego, California, publicó las imágenes de un perro husky que sería dado en adopción, cuyo rostro tiene una sonrisa torcida.

Sherry Lankston y sus dos hijos no estaban en busca de otra mascota, pero decidieron convertirlo en miembro de su familia. La cuestión era que para llevarlo a casa debían desplazarse desde Seattle (Washington), hasta San Diego (California), puntos que están separados por 2.600 millas.

La familia decidió visitar a algunos viejos amigos y recoger al perro en el centro de adopción. De acuerdo con el departamento de servicios para animales del sur de California, Harvey es un perro husky de un año y medio que describieron como una mascota tranquila y amigable; su marca distintiva es que tiene su boca torcida.

En declaraciones para CBS, Sherry Lankston reconoció que el defecto físico de Harvey despertó deseos de adoptarlo, pues le causó ternura y quería darle la oportunidad de tener una familia, luego de que fuera rechazado varias veces:

“Vi esa sonrisa tonta y supe que debíamos conocerlo. Han pasado algunos años desde que pudimos visitar a nuestros amigos y lugares favoritos en San Diego, ¿por qué no? No estaba buscando activamente un nuevo bebé peludo, pero la cara dulce de este animal me tiene desmayada”, afirmó Lankston.

Finalmente, la mujer se embarcó con sus dos hijos, aprovechando que no estaban yendo a la escuela, y condujo por varios días en carreteras de Estados Unidos hasta reunirse con Harvey, a quien llevaron de regreso a su nuevo hogar.