Identifican al vecino que habría asesinado a padre e hija en Soacha; tenía casa por cárcel

El hombre fue condenado por el delito de homicidio en Boyacá y había obtenido la detención domiciliaria a consecuencia de la pandemia.

Se conocieron nuevos detalles del cruento asesinato de Saín Escárraga, de 71 años, y su hija, Hasbleidy, de 27, en el conjunto La Grandeza II, del barrio Hogares de Soacha (ver mapa). El crimen lo habría cometido un vecino, a quien la familia había confiado las llaves del apartamento porque estaba de viaje.

El sujeto habría aprovechado que la joven llegó sola a la casa y habría acabado con su vida, luego de abusar de ella. A su padre también lo habría asesinado horas después e intentó alterar la escena, para confundir a las autoridades.

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Revista Semana reveló que el presunto victimario se llama Alexánder Vargas Cortés, quien estaba cumpliendo una condena con prisión domiciliaria. Según un documento del Inpec, citado por el medio, al individuo lo sentenció en segunda instancia por homicidio un juzgado de la ciudad de Tunja.

Vargas Cortés estaba condenado a 36 años de cárcel, pero obtuvo la medida de casa por cárcel durante la emergencia sanitaria surgida a raíz de la pandemia del Covid-19.

El presunto doble homicida, de 44 años, será ahora juzgado nuevamente, esta vez por delitos agravados de homicidio, feminicidio y acceso carnal violento, sumando la alteración, ocultamiento y destrucción de material probatorio.

¿Cómo descubrieron al asesino de Saín y Hasbleidy Escárraga en Soacha?

A Alexánder Cortés Vargas le preguntaron si había visto algo, luego del hallazgo de los cadáveres por la esposa y madre de las víctimas. El sujeto, a quien un familiar le había confiado las llaves del apartamento para que se encargara de recibir un servicio técnico, se mostró aterrado al ver lo ocurrido.

Sin embargo, lo que al comienzo se perfilaba como un caso de violencia intrafamiliar tuvo un giro radical luego de la denuncia de un testigo, quien se dio cuenta de que el sospechoso sostuvo una llamada telefónica en la que pedía trabajo en un lugar lejano, porque la había “embarrado” donde vivía.

Luego de cotejar varias pruebas, testimonios y grabaciones de cámaras de seguridad, los investigadores allanaron la casa del sindicado y encontraron indicios adicionales, entre ellos un buzo y unos tenis ensangrentados.

Cortés Vargas no aceptó los cargos y fue enviado a la cárcel.