"Recibirlo como merece": presos le dejaron amenaza a pastor que habría abusado de hijastra

Luego de que las autoridades del departamento de Caldas confirmaron la detención de José Ramírez, un pastor investigado por su presunta implicación en un caso de abuso en contra de una menor de edad en el municipio de Chinchiná, presos decidieron enviarle un aterrador mensaje vía redes sociales.

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La detención se efectuó tras la recuperación del implicado en un centro médico, donde fue atendido luego de haber sido golpeado por residentes de la zona, quienes intervinieron para rescatar a la menor y confrontaron al presunto agresor.

El caso ha despertado una reacción de indignación a nivel nacional, mientras en plataformas digitales circulan versiones que sugieren que algunos miembros de la congregación que lideraba Ramírez habrían justificado sus actos como resultado de “fuerzas oscuras”.

La amenaza que enviaron los presos a pastor de Chinchiná, Caldas

Por medio de cuentas de TikTok y Facebook, otros hombres privados de la libertad decidieron enviarle un contundente y escalofriante mensaje a José Ramírez, asegurando que lo estaban esperando con “una caneca mucho más grande que en la que iba a enterrar a la niña”.

“Estamos impacientes de que llegue el pastor ‘violín’ de Chinchiná para recibirlo como se merece. Acá tenemos una caneca mucho más grande que en la que iba a enterrar a la niña, la diferencia es que nuestra caneca funciona con electricidad y un poquito de agua”, fue el mensaje completo que se ha viralizado en plataformas digitales.

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Y es que en las cárceles colombianas, como en muchas otras del mundo, los internos acusados o condenados por delitos -especialmente contra menores- suelen ser recibidos con hostilidad, rechazo y agresión por parte de los demás reclusos.

¿Por qué los presos suelen amenazar y atacar a algunos criminales?

Dentro de los centros penitenciarios opera un sistema de normas no escritas entre los presos, conocido como ‘la ley de la cárcel’. En ese sistema, los crímenes contra niños son considerados los más despreciables, incluso por personas que han cometido delitos graves como homicidios o robos.

La población de la cárcel suele tener un sentido muy fuerte y radical de “justicia”, por lo que considera que estos delitos no merecen perdón, ni respeto. De hecho, la integridad física de quienes llegan nuevos a prisión con cargos de este tipo, corren peligro de ver vulnerada su integridad física.

El proceso judicial de José Ramírez

Tras la legalización de la captura, el proceso penal contra el detenido está a la espera de la asignación de un fiscal que lidere la etapa de acusación formal. El abogado de la víctima explicó que este paso es crucial para que no se presenten dilaciones que puedan poner en riesgo la continuidad de la medida de detención preventiva:

“Una vez se asigne el fiscal, se tendrá un plazo de 30 días para solicitar esa audiencia para que no se venzan los tiempos y este señor no tenga la oportunidad de solicitar libertad por vencimiento de términos, que, en mi caso, seguiré adelante para evitar esto y espero lo mismo de la Fiscalía”, dijo el abogado.

Finalmente, se conoció que la menor ya se encuentra bajo el cuidado del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), entidad que le brinda acompañamiento y garantiza el restablecimiento de sus derechos.

“Estamos a la espera de que la niña retorne a su hogar, porque tanto para la madre como para la menor, no ha sido fácil y la construcción de la relación entre ambas es muy buena”, concluyó.