Periodista de Juan Diego Alvira mostró cómo son los 'pagadiario'; noche vale $ 5.000

La situación económica del país ha hecho que muchas personas (incluidos niños) tengan que vivir en las calles de las principales ciudades, pues no cuentan con trabajos u oportunidades en la sociedad que los lleven a salir de esa condición.

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Otra de las circunstancias que ha hecho que las cifras de pobreza y habitantes de calle que deambulan por la ciudad aumenten de gran manera es el éxodo de ciudadanos venezolanos que salieron de su tierra huyendo de problemáticas como el desempleo y la falta de alimentos e ingresaron a Colombia durante los últimos años.

Cómo son los ‘pagadiarios’ en Bogotá: periodista de Juan Diego Alvira lo mostró

El programa ‘Sin carreta’, del Canal 1, envió al periodista Héctor Sarasti para que conociera de cerca cómo son los llamados ‘pagadiario’ en Bogotá, el hogar de las personas que no tienen hogar.

Allí, el comunicador que hace parte del programa de Juan Diego Alvira, se encontró con que las personas que los habitan dicen que esos lugares son “un infierno”, ya que aunque en esos espacios viven en su mayoría familias y personas de la tercera edad, también lo hacen ladrones, drogadictos y todo tipo de delincuentes.

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Ese ‘pagadiario’, ubicado en el barrio San Bernardo, recibe a sus huéspedes con camas desgastadas, colchones rotos y sábanas amarillentas. Esos lugares de peso, según Diego Fernando Herrera, alcalde de la localidad de Santafe, son usados por “algunos criminales para evadir la acción policial”, por lo que las autoridades tienen conocimiento de casos de explotación infantil, de mujeres, y hasta de microtráfico.

Acompañado por la Policía, Sarasti evidenció además que muchos ancianos que no tienen familia también alquilan esos cuartos ante la imposibilidad de conseguir recursos y el olvido y abandono al que los condenaron sus familiares.

Según cifras reveladas por el programa anteriormente citado, en Bogotá existen cerca de 6.500 inquilinatos en 28 localidades, que albergan a diario a 18.000 personas que buscan un refugio en la capital y pagan entre 5.000 y 10.000 pesos por un cuarto cada noche.