Dolorosa historia de patrullero herido por papa bomba en la U. Nacional: lleva 2 años en estado vegetativo

Nación
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En 2023, el patrullero Jhon Freddy fue herido mientras atendía los disturbios en la Universidad Nacional y desde entonces ha estado postrado en una cama.

“Me habían dicho que mi hijo tenía muerte cerebral, la cual por fe y por la convicción que tenemos no lo creímos, y bueno, ahí está mi hijo, no ha tenido muerte cerebral, y si la tuvo, hubo un milagro porque cambió ese diagnóstico”.

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Así es como Freddy Rodríguez recuerda los días posteriores al 8 de junio de 2023, cuando su hijo Jhon Freddy, un patrullero de 33 años, fue alcanzado por una papa bomba mientras atendía los disturbios en inmediaciones de la Universidad Nacional.

El artefacto explosivo cayó en su hombro izquierdo con tanta fuerza, que el policía que hacía parte de la Unidad de Diálogo y Mantenimiento del Orden (Undmo) cayó inmediatamente al suelo. “Yo me entero exactamente a las 12:45, aunque creo que esto había sucedido muchísimo antes. La Policía Nacional me llama indicando que mi hijo había tenido un accidente”, asegura su padre, quien se trasladó con su esposa e hijos a Bogotá desde Ciénaga, Magdalena, para cuidarlo.

Jhon Freddy estuvo en riesgo de muerte, pero su familia asegura que “por un milagro logró salir adelante”. Desde entonces ha estado postrado en una cama, en estado vegetativo, sin poder moverse ni comer o ir al baño. Los médicos les han dicho a sus padres que “hasta ahí llega”, pero ellos se mantienen firmes con la esperanza de verlo cada día más recuperado. Su padre afirma que el patrullero no solo abre sus ojos, sino que también se comunica por medio de sonidos, ya que a veces tose para mostrar algún tipo de incomodidad o reacción a su entorno.

“La ciencia dice una cosa, pero Dios dice otra. Ellos afirman que tenía un año o dos años para poder recuperarse. Mi hijo ha ido avanzando en el proceso, pero se necesita mucho. Ellos siguen con los mismos parámetros argumentando que mi hijo hasta ahí llega, pero nosotros hemos visto avances muy significativos, y no solamente nosotros, muchas personas, médicos o enfermeras, ven que mi hijo ha avanzado y lo puede seguir haciendo”, aseguró Freddy para Noticias Caracol.

Su padre lo recuerda como un joven alegre, carismático y generoso, y resalta la valentía que ha tenido en los últimos años. “Mi hijo es un valiente, una persona humilde, cada vez que me llaman compañeros, me dicen: ‘Uy, tu hijo es único, excelente compañero, amigo’. Recochero, amable, valiente, esforzado, tiene muchísimas cualidades y no es porque sea mi hijo, sino porque realmente las tiene”.

Familia de policía herido en la Universidad Nacional pide ayuda

Jhon Freddy salió de la Unidad de Cuidado Intensivos (UCI) un mes después del ataque, y desde entonces estuvo internado en el Hospital Central de la Policía, en la calle 26 con avenida 68, donde sus padres indican que si bien recibieron ayuda médica, “las atenciones no fueron las que Jhon Freddy se merece”.

“Fueron peleas constantemente, primeramente con la rehabilitación que necesita mi hijo, además que de la parte nutritiva me he encargado yo porque la que me da el hospital no es la suficiente. Ellos siempre me han argumentado que mi hijo no necesita más, pero yo me he documentado ahora en este proceso y le he brindado lo mejor, pero ya nuestras fuerzas han ido decayendo”, indica.

Desde hace varias semanas el desafío es aún mayor, pues Jhon Freddy salió del hospital y fue llevado para la casa de sus padres, en el sur de Bogotá. Sin embargo, su familia dice que no ha sido posible brindarle la atención adecuada debido a que necesita una silla especial, teniendo en cuenta que la vivienda queda en un segundo piso y para llegar a ella hay que caminar algunos metros, lo cual es complejo a la hora de intentar trasladar al patrullero.

“Mi hijo permanece prácticamente acostado porque no se le ha asignado la silla neurológica. Lo hemos sentado en el hospital, pero aquí no tenemos una silla adecuada para mantenerlo”, asegura Freddy, quien dice que espera llevarlo al parque o a algún centro comercial con el fin de levantarle el ánimo.

Su padre también indica que el aspecto económico ha sido un reto, pues una entidad bancaria no le había permitido acceder a la cuenta de Jhon Freddy, donde recibía su salario. Hasta hace pocos días hubo un pronunciamiento que dio “una luz” con respecto al tema. Sin embargo Freddy afirma que “ya los recursos que estaban ahí consignados prácticamente los debemos”.

La habitación del patrullero está llena de mensajes de apoyo de sus compañeros y amigos. “Gracias infinitas por protegernos”, “esta es una batalla no el final de la guerra”, “héroe de la patria” son algunos de ellos. Para sus padres la lucha continúa, y mientras tanto, le brindan todo el amor que él necesita. “Hemos hecho todo lo posible, y lo seguiremos haciendo”, afirma Freddy.

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