Dio un giro el caso de Jenny Ambuila, la mujer del Lamborghini beneficiada por corrupción

El detalle más reciente tiene que ver con que un agente de la DEA acusado de lavado habría pagado el costoso auto de Jenny, según AP.

Se trata del otrora condecorado José Irizarry, que esta semana fue arrestado en Puerto Rico como sospechoso de blanquear millones de dólares del narcotráfico.

“Fiscales federales en Tampa, Florida, alegan que no solo se enriqueció Irizarry, sino que benefició a dos cómplices no acusados”, los cuales, según la Associated Press, no fueron mencionados en la acusación.

Sin embargo, esa agencia señala que todo apunta a que son ambos colombianos. El primero de ellos lo identifica como Diego Marín; un contrabandista dedicado al lavado de dinero del narcotráfico que ha sido señalado como presunto jefe de la organización. Es también familiar de la esposa de Irizarry, la colombiana Nathalia Gómez, y padrino de sus hijos.

El otro fue descrito como un funcionario público colombiano y todo apunta a que sería Ómar Ambuila, el exjefe de control de carga de la Dian en el puerto de Buenaventura, acusado en diciembre pasado de lavado de activos, concierto para delinquir, enriquecimiento ilícito y favorecimiento al contrabando, junto a su esposa, Elba Chará, y su hija, Jenny Ambuila.

Y es que el nexo más fuerte entre el agente y el exfuncionario de aduanas es justamente el lujoso deportivo rojo del que Jenny tanto alardeaba en sus redes sociales. De acuerdo con la AP, entre los millonarios gastos de Irizarry rastreados por la justicia estadounidense figura el famoso Lamborghini Huracán Spyder modelo 2017, avaluado en unos 300.000 dólares.

La prueba que los vincula es que el comprado por el hombre en Miami tiene el mismo número serial que el que le fue confiscado a Ambuila el año pasado, detalla El Tiempo.

Otros lujos que le rastrearon al exagente de la DEA incluyen “un anillo de diamantes Tiffany de 30.000 dólares, un BMW, tres Land Rovers y una casa de 767.000 dólares en Cartagena, así como casas en el sur de Florida y Puerto Rico, donde la pareja ha estado viviendo”, señala AP.

En Colombia se dijo que los Ambuila habían amasado su fortuna por los cargamentos de contrabando que se dejaban pasar por el puerto, pero esto podría añadirle un agravante más al caso.

Irizarry lideraba operaciones como agente encubierto en Colombia, cuyos resultados habían sido destacados por la agencia antidrogas del Departamento de Justicia de Estados Unidos. La acusación señala que por sus manos pasaron unos 3,8 millones de dólares, aunque no establece exactamente qué cantidad se apropió la organización.