Vecinos del norte de Bogotá denuncian masiva tala de árboles "a escondidas", a medianoche

Aunque la hora del procedimiento ya se conocía, y se debía a la necesidad de no perturbar el tráfico, dado que en un momento hubo que cerrar por completo el tránsito por la Avenida Boyacá, a la gente le molestó.

Y es que fue pasada la medianoche, mientras los vecinos dormían, que contratistas de la alcaldía se dispusieron a cortar al menos una docena de los árboles del separador que distancia la Avenida Boyacá de la paralela, a la altura de la calle 127b.

La comunidad salió a la calle por el ruido de las motosierras, y algunos intentaron impedir que continuaran talando los árboles. Hubo empujones de lado y lado y hasta denunciaron amenazas de un operario con uno de los machetes del procedimiento.

La Policía intervino para evitar que la situación empeorara y separó a ambas partes. Mientras algunos vecinos se aferraban a los árboles restantes, el subteniente a cargo pedía calma, pero ya no había tal. “A las 12 de la noche nos sacan con motosierra. Tres operarios desenfundan machete, ¿y sumercé espera que esté tranquila?“, respondía Gina Piza, veedora que tomó la vocería por la comunidad.

Compromisos incumplidos estarían detrás de la tensión por la tala en el barrio Niza

Pero el problema tenía otro trasfondo. Piza, también delegada de arborado urbano de la localidad, protestaba porque las autoridades distritales se habían comprometido en la noche del jueves a aplazar la tala de determinados árboles hasta que no se efectuaran las mesas técnicas que se habían comprometido a adelantar respecto al procedimiento.

Una de esas mesas, la comisión accidental para la disminución de talas, se adelantó este jueves en el Concejo, reunión en la que Piza también intervino y expuso las preocupaciones de la comunidad del sector. Allí señaló, por ejemplo, que se había pedido disminuir la cantidad de árboles a intervenir y que, en el caso de la 127 con Boyacá, se estaban cortando árboles que no estaban en el proyecto inicial.

Sin embargo, la reunión pactada para ahondar específicamente en la situación de Niza no alcanzó siquiera a programarse. Pero los contratistas sí volvieron a cumplir con el contrato de tala este viernes. Allí esgrimieron un documento cuyos firmantes nadie reconoció, mientras que el acta del compromiso de aplazar el procedimiento nunca apareció.

La veedora le reclamó eso a uno de los escasos funcionarios que llegó a poner la cara, quien sí habría estado en la reunión de la noche anterior. Él, que solo se identificó como “Luigi” en medio de la discusión, no quiso hablar con Pulzo. Tampoco el resto de trabajadores del Consorcio San Patricio, que no identificaron a nadie a cargo y se limitaron a decir que el IDU era el que debía dar respuestas, pero ninguna persona se presentó.

Cae el árbol defendido por la comunidad de Niza

Poco antes de las 3 de la mañana, la Policía procedió a despejar la zona donde caería el árbol, en medio de algunos empujones e improperios de lado y lado que finalmente no escalaron.

“Es muy triste. Estamos simplemente que siguieran los protocolos”, lamentó Lucho, uno de los vecinos, asegurando que tampoco se socializó apropiadamente el procedimiento. “Esto claramente es una acción que se hace a escondidas. No quieren dar la cara porque saben que no está bien”, agregó.

“Es un sentimiento de impotencia. Es decir ‘a quién llamamos’. ¿Qué hacemos, quién nos protege? Mire, uno está al día con los impuestos, las casas cumplen con las normativas que pongan, uno cumple todo y sentir que no tiene respaldo de nada es muy triste“, decía otra vecina. “Si te das cuenta, ellos se ríen”, concluyeron.

Este fue el momento de la caída del árbol: