¿A qué se dedican los hijos de Íngrid Betancourt en la actualidad?

En una entrevista con Semana, Íngrid Betancourt señaló que sus dos hijos están muy bien. Muy orgullosa de ellos, contó que Mélanie, la mayor, tiene 35 años, mientras que Lorenzo ya tiene 33.

Destacó el amor que siente por ambos y recordó cómo pensaba en ellos durante todo su secuestro en manos de la antigua guerrilla de las Farc.

“Yo pensaba en la selva que todo lo que uno hace en la vida no es nada en comparación con lo que es ser padre. Eso borra todo, es lo único que vale la pena. Los demás son arandelas”, dijo Betancourt en ese medio.

Mélanie Delloye-Betancourt, la hija de Íngrid Betancourt

Sobre su hija, la exsecuestrada —que previamente habló de sus sentimientos hacia sus antiguos captores— dijo que es una mujer completa que tiene dos hijos y un matrimonio muy bello.

Mélanie, que ha escrito dos libros, ahora es directora de cine y Betancourt no ocultó el fervor que siente por su hija. Además, contó la experiencia que ella vivió con su secuestro.

“Tengo una inmensa admiración por ella. Ella transitó por ese drama y lo hizo con tanta dignidad que se volvió un ser tan generoso que me impacta muchísimo”.

Lorenzo, con quien Íngrid Betancourt tiene grandes amores y desencuentros

La excandidata presidencial, que se encontró con Iván Duque el pasado lunes, también habló en la revista de su hijo Lorenzo, que tiene una niña. Lo retrató como un hombre trabajador y súper activo. 

Fruto de eso, lo define como alguien “absolutamente pasional” y, de hecho, mencionó la intensidad de su vínculo con él.

“Es una relación muy fuerte de grandes amores y de grandes desencuentros. Hay veces en que estamos de acuerdo y hay veces en que no, y eso es muy intenso”.

Sobre la labor de Lorenzo, mencionó la demanda que él le puso a las Farc en un tribunal de Estados Unidos por el secuestro que la mantuvo en la selva. Aseguró que lo acompaña plenamente con ese proceso, pues fue “una actuación valerosa” para hacerle frente a los traumas que dejó ese episodio.

Acá, el fragmento en el que Íngrid Betancourt habló de sus hijos: