El Campín renace: así se transformó en el mayor epicentro cultural y económico de Bogotá en 2025

El estadio Nemesio Camacho El Campín, uno de los símbolos más relevantes de Bogotá, ha experimentado una transformación significativa durante el último año, consolidándose como un centro neurálgico que va mucho más allá del fútbol. Según información publicada en el portal oficial de la Alcaldía de Bogotá y Sencia, la empresa operadora del complejo, el cierre del año 2025 destaca por convertir este espacio en el motor de un circuito artístico, cultural y deportivo que ha revitalizado la vida económica y social de la ciudad. Cerca de ocho décadas después de su inauguración, El Campín ha dejado atrás su imagen tradicional para proyectarse como un escenario emblemático, capaz de atraer a una población diversa y generar efectos positivos en cadenas productivas como la hotelería, la gastronomía, el transporte y el turismo.

El impacto laboral es uno de los indicadores más notables de este proceso. Las cifras entregadas por Sencia señalan que, solo en el último año, el estadio mantuvo 172.000 empleos entre directos y indirectos, un flujo de trabajo que permeó distintas capas de la economía bogotana. Ejemplo de este dinamismo son los grandes espectáculos, como los conciertos de Shakira, que reunieron a 75.000 asistentes y generaron más de 139.000 millones de pesos en ingresos para la capital. De acuerdo con Mauricio Hoyos, CEO de Sencia, El Campín ha conseguido ser un referente de la industria del entretenimiento en América Latina, no solo por su agenda cultural y deportiva, sino también por ofrecer una experiencia de primer nivel sustentada en infraestructura renovada y atención de alta calidad.

Las renovaciones estructurales han sido decisivas para posicionar el estadio en el mapa global de grandes eventos. La modernización de palcos, suites y espacios VIP, junto a la implementación del gramado híbrido GrassMax —tecnología utilizada en estadios icónicos como el Bernabéu de Madrid y el Maracaná de Río de Janeiro—, permitieron elevar los estándares a la altura de las mejores plazas del mundo. El recinto albergó 71 partidos de fútbol con una asistencia de más de 1.280.000 personas; al mismo tiempo, la música conquistó el escenario con 19 conciertos masivos que reunieron a 720.000 espectadores y 140 artistas, entre los que destacan figuras internacionales como Dua Lipa y J Balvin.

Pero la revitalización del Nemesio Camacho trasciende lo comercial. Bajo la operación de Sencia, el estadio se ha abierto a la comunidad, propiciando la integración social a través de iniciativas como jornadas de arte urbano y actividades en barrios cercanos, así como un diálogo renovado con las hinchadas deportivas. Estas acciones han reforzado la idea de que el estadio pertenece a todos, promoviendo la convivencia y la seguridad mediante la colaboración activa con los vecinos y la instalación de nuevos anillos de protección perimetral.

El balance del 2025 evidencia que la gestión de Sencia, respaldada por Aval Banca, ha impulsado el sentido de pertenencia, el orgullo local y la confianza en un modelo de entretenimiento que pone a los ciudadanos en el centro. La apuesta es clara: consolidar a Bogotá como ejemplo de renovación y escenarios inclusivos en el panorama regional.

La pregunta sobre el ‘gramado híbrido GrassMax’ surge debido a que esta tecnología se menciona como una de las claves para el posicionamiento internacional del estadio. GrassMax es un sistema que combina césped natural con fibras sintéticas para conseguir una mayor durabilidad y calidad en el terreno de juego, permitiendo que el campo soporte un uso intensivo sin perder sus características óptimas. Este avance ha posicionado a El Campín entre los recintos deportivos de élite que pueden competir en condiciones logísticas y técnicas similares a los mejores estadios de Europa y Sudamérica.

La adopción de GrassMax en el estadio Nemesio Camacho busca garantizar tanto el rendimiento deportivo como la posibilidad de realizar múltiples eventos sin afectar la superficie. Esto resulta esencial para atraer espectáculos internacionales y mantener una agenda variada sin comprometer la calidad del campo, cumpliendo con los estándares exigidos para competencias y espectáculos globales.