Empleada puede ir a piscina de conjunto con niño que cuida, pero no meterse al agua

Esa es la orden que le da la administración de un conjunto residencial en Santa Marta a una de sus residentes, que contrató de manera permanente a una mujer negra para que le ayude con el cuidado de su hijo, de 5 años.

La denuncia la hace Cristina Saldarriaga porque, según dijo a RCN Radio, siente que la administración está discriminando a su niñera y a las demás empleadas domésticas que trabajan en el conjunto Brisas del Lago, ubicado en El Rodadero.

Saldarriaga contó en la emisora que como ella trabaja todo el día entonces autorizó a su empleada para que lleve al niño por las tardes a la piscina, y que la administración le llamó la atención a través de una carta porque la mujer se metió al agua para estar pendiente del menor.

 “Me comunica que está prohibido que las personas del servicio doméstico, las niñeras y otros trabajadores usen las áreas comunes del conjunto, y me dice que le ordene a ella que no se vuelva a meter a la piscina; o sea, puede cuidar al niño, pero no puede hacer uso de la piscina para bañarse”.

La mujer asegura que este tipo de restricciones no están contempladas en el manual de convivencia de ese conjunto, y se quejó, además, porque le sugieren que publique en la cartelera comunal el diagnóstico médico de la enfermedad que padece, ya que como se le dificulta su movilización deben autorizarle la entrada de taxi hasta la puerta de su casa.

Saldarriaga también habló con Blu Radio y dijo que hasta el momento la administración no le ha aclarado si la decisión que toma es porque la mujer es empleada doméstica, o si es por su color de piel.

“La verdad creo que la están discriminando por ser empleada de servicio. En cuestiones de raza no me puedo meter porque en ningún momento me lo han especificado así. Sí hay una discriminación, pero no sé si lo estarán disfrazando detrás del título de empleada de servicio”, explicó a esa cadena radial.

Este caso recuerda el de una mujer que denunció haber sido discriminada dentro del Club Naval en Cartagena, cuando fue a llevar a un  niño que cuidaba a una fiesta y no la dejaron entrar a ella al recinto.

La mujer entuteló al Club y un Tribunal le dio la razón y ordenó que le presentaran excusas públicas.