Así son los peligrosos piques ilegales en Bogotá que pueden terminar en tragedias

Los piques ilegales, la música, el alcohol y el consumo de sustancias psicoactivas es un estilo de vida que muchos tienen. Los amantes de esta práctica siempre se preparan para hacer rugir sus motores y dar todo de ellos en las carreras clandestinas de autos, algo que para ellos es el desahogue de adrenalina, pero para las autoridades es un fuego mortal. Testigo Directo estuvo en ese mundo de desafío y velocidad.

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Algunos de los conductores que realizan estas carreras comentan que sienten que descargan la energía negativa y sienten que una fuerza positiva y adrenalina entran por su cuerpo. Estas personas dicen que es una forma de salir de los problemas y olvidar todo por un momento, es una forma de vivir.

“Yo creo que es como un orgasmo. Lo arrancas y ya se siente ese escalofrío, a veces estas ansioso, a veces estás nervioso o te excitas te liberas”.

Es de resaltar que las personas que sean sorprendidas participando en piques ilegales en Bogotá se podrán enfrentar a infracciones por exceso de velocidad, maniobras peligrosas, no respetar las señales de tránsito y la inmovilización de su vehículo. Las infracciones en temas de tránsito pueden oscilar desde los ocho salarios mínimos legales diarios vigentes hasta los treinta salarios mínimos legales diarios vigentes.

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Sin embargo, estas mujeres y hombres que realizan estos piques prefieren correr el riesgo a dejar de correr, pues la velocidad no es la única razón por la que sienten adrenalina, sino también cuando la Policía llega a estos escenarios y escaparse es la única salida que tienen. Cuando las autoridades los detienen pierden todo, pues además de tener comparendos, deben pagar la grúa, los patios y además le quitan lo más preciado para ellos.

Según la Secretaría de Movilidad Usaquén Chapinero, Santa Fe, Bosa y Kennedy son las localidades en donde las autoridades reportan el desarrollo de esta práctica considerada ilegal. Para nadie es un secreto que esta práctica es altamente peligrosa y puede, incluso, causar la muerte a participantes, espectadores o personas que no tengan nada que ver con la actividad.