Extraño comportamiento del sospechoso en el crimen de Danna Sofía lo habría delatado

EL NUEVO DÍA, aliado regional de Pulzo, conoció en exclusiva cuáles eran los comportamientos del presunto asesino de la niña, su tío e incluso su propio hijo, que, según información, no tenían ninguna relación vecinal.

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Una mujer que labora en un restaurante del sector, de quien se reserva su identidad por seguridad, le reveló a este medio que, “aquí venía un señor normal, a comer pedía los almuerzos para llevar en sus portas, nunca se sentaba en la mesa, siempre decía que el almuerzo era para el papá”.

“El señor apareció por el lugar hace unos seis meses”, “nunca se vio acompañado de nadie, siempre pedía un solo almuerzo”, agregó la mujer.

Además, comenta que se sorprendió al saber de lo ocurrido, “viendo la foto nos dimos cuenta de que era él”, pues mencionó que, “nunca supe dónde vivía, solo se veía una vez al día”.

Algo particular sobre William Barreto es solo usaba ropa oscura, “siempre se veía de un buso negro, un pantalón negro, a veces un buso de manga larga negro, no más, siempre”.

Sobre su supuesto papá no se conoce más información y tampoco sobre el hijo, Mauricio Barreto, “yo nunca he visto foto del otro, uno al mostrarle la foto de la otra persona, uno cae en cuenta”, pero niega haberlo visto con alguien más.

La fuente exclusiva indicó que dada su actitud pedante y grosera, el restaurante decidió no venderle más almuerzos, porque se metía hasta la cocina “a ese señor no se le volvió a atender hace dos meses.”

Señaló que era extraño, siempre pasaba a la misma hora entre las 11:00 y 11:30 de la mañana, camino al centro y no se volvía a ver hasta el día siguiente a la misma hora.

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Otros vecinos del sector comentaron que lo veían pasar a la misma hora, en la tarde (4:30 p.m.), “era mala clase, pero saludaba y nada más”, también rumbo al centro de la ciudad.

Un trabajador de la zona comentó que vendía tintos; sin embargo, una mujer aseguró “me lo encontré por la calle 15 con primera y ahí estaba en esos sitios con un chaleco que decía seguridad”.

Sobre el inquilinato donde murió la menor en Ibagué

Los vecinos del sector niegan tener conocimiento sobre lo que sucedía allí, tan solo que antes funcionaba como un edificio de apartamentos, y que hace unos 10 años se convirtió en un lugar que arrienda habitaciones.

También mencionan que allí entraba y salían muchas personas, pero que hasta el momento de los hechos no le prestaron mucha atención al sitio, es más, aseguran que no conocen quién es el dueño de la vivienda.

De acuerdo a lo contado por una vecina del sector, en ese inquilinato hace unos seis años se presentaba riñas constantes, “se agarraban a machete y piedra” y se presume expendio de estupefacientes.

Un dato que se puede agregar es que Sofía tenía relación con la zona, pues “el papá y el abuelo de la niña trabajan por el sector, en un taller de mecánica”, según lo comentado por un vecino, aunque no era común verla por allí “siempre que venía era con su familia”.

El inquilinato donde sucedieron los graves hechos aún se encuentra habitado, a pesar de estar sellado por las autoridades.