Condenan a cadena perpetua a estadounidense, por abuso de menores en Medellín; viajó 48 veces a Colombia

Nación
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El hombre fue arrestado en el aeropuerto de Miami y en su poder se encontraron nueve celulares que contenían videos de abuso a menores de edad.

Una condena ejemplar fue dictada este viernes 27 de junio por la Justicia Federal de Estados Unidos contra Stefan Andrés Correa, ciudadano con doble nacionalidad ecuatoriana y estadounidense, hallado culpable de liderar una red de explotación sexual infantil en Medellín. La sentencia a cadena perpetua fue recibida con contundente respaldo por parte de las autoridades de la capital antioqueña.

(Lea también: Denuncian abuso de 22 menores de edad en colegio de Bogotá; testimonios son dolorosos)

El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, celebró la decisión de las autoridades estadounidenses en una publicación en su cuenta de X y destacó la importancia de la cooperación internacional.

“Este depredador sexual enfrentará una larga pena en prisión en su país por delitos cometidos en Medellín. La sentencia es el resultado de la Operación Cazador, un ejemplo de lo que se puede lograr con inteligencia, cooperación internacional y, sobre todo, la decisión de combatir este delito. Se trata de un resultado histórico, producto de una investigación paralela, adelantada tanto en Miami como en nuestra ciudad”, aseguró.

Gutiérrez fue enfático al reiterar que Medellín no permitirá convertirse en un destino de turismo sexual. “No vamos a permitir que Medellín sea vista como un destino para el crimen sexual”, declaró el mandatario, quien recalcó que este caso es una muestra de que la ciudad está dispuesta a enfrentar y sancionar con rigor a quienes atenten contra sus niños y niñas.

Correa fue encontrado culpable de los delitos de tráfico sexual de menores y participación en actos sexuales con niñas de entre 9 y 12 años. Según las investigaciones, entre 2020 y 2024 viajó al menos 48 veces a Colombia con el propósito exclusivo de cometer estos abusos.

La captura del acusado se produjo el 19 de abril de 2024 en el Aeropuerto Internacional de Miami, justo cuando se disponía a abordar un vuelo con destino a Medellín, vía Bogotá. En su equipaje fueron hallados nueve teléfonos celulares que contenían 58 videos y más de 100 fotografías de abuso infantil. También se encontraron conversaciones explícitas con proxenetas locales, en las que Correa expresaba su intereses. En esos chats, además, ofrecía sumas de dinero y dispositivos electrónicos a cambio de favores sexuales y de silencio.

Gutiérrez, al conocerse la captura, fue claro en su postura: “En Medellín enviamos un mensaje claro a quienes nos visitan: aquellos que vengan a explotar sexualmente a nuestros niños y niñas no solamente no son bienvenidos, sino que los perseguiremos hasta capturarlos”, declaró en su momento. La investigación fue liderada por el Grupo Transnacional de Investigaciones de Seguridad Nacional (TCIU–SIJIN DIPRO), la Fiscalía General de la Nación, la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional de Estados Unidos (HSI, por sus siglas en inglés) y la Alcaldía de Medellín, en el marco de la operación denominada “Cazador”.

Gracias a ese trabajo conjunto, las autoridades lograron identificar a seis víctimas directas en la capital de Antioquia. Las menores entregaron valiosos testimonios durante entrevistas forenses practicadas por agentes de HSI en Colombia, los cuales fueron fundamentales para sustentar los cargos. Según los relatos, Correa se hacía llamar “Cris” y acostumbraba a ofrecer entre 300.000 pesos y teléfonos iPhone —de referencias 7 u 8— a las niñas y a las mujeres que las reclutaban, a cambio de mantener relaciones sexuales y evitar cualquier tipo de denuncia o complicación legal.

“Esta condena es solo un paso. Avanzamos en procesos penales contra los cómplices de Correa y seguiremos colaborando para capturar a todos los involucrados. Nuestro compromiso es absoluto, proteger a nuestras niñas y niños. Vienen muchas más capturas y la investigación continúa”, señaló el alcalde de Medellín.

Su historial criminal: viajó a Colombia 48 veces para abusar a menores

Stefan Correa, de 42 años y profesional del área farmacéutica, sostenía una fachada de turista habitual. Sin embargo, desde 2022 las autoridades empezaron a rastrear sus frecuentes viajes a Colombia y descubrieron un patrón que encendió las alarmas. En apenas cuatro años, ingresó 48 veces al país, al menos dos veces por semestre, con el único propósito de abusar de menores de edad.

En sus viajes, Correa no actuaba solo. Contaba con una red de colaboradoras locales encargadas de reclutar a las niñas. Una de ellas fue Lina Marcela Velázquez Maldonado, de 19 años, quien fue condenada a 21 años y dos meses de cárcel por su participación en la red. Según la investigación, facilitó un encuentro con su prima de 11 años para que fuera víctima de abuso sexual el 23 de noviembre de 2023.

Durante el proceso penal, se revelaron conversaciones entre Correa y Velázquez. En una de ellas, el abusador escribió: “Ok, entonces, $300.000 para ti y $300.000 para ella y un iPhone 7 u 8 Plus. Necesitas estar en el baño, por favor, para que haya privacidad porque probablemente volverá a llorar del dolor. Así sabrá que no hay vuelta atrás”. Aunque la condena fue clara, la defensa de Velázquez apeló el fallo ante la Sala Penal del Tribunal Superior de Medellín. Mientras tanto, continúa privada de la libertad por los delitos de proxenetismo y abuso sexual con menor de 14 años.

Otra implicada es María Camila Cuervo, quien según las autoridades organizó un encuentro entre Correa y una menor de 15 años el 20 de noviembre de 2023. Durante las audiencias preliminares, Cuervo no se allanó a los cargos y fue dejada en libertad mientras avanza el proceso judicial.

En las conversaciones interceptadas, quedó en evidencia cómo Correa pactaba cada detalle de sus visitas. Acordaba con los proxenetas la entrega de las menores en su sitio de hospedaje, una vez aterrizaba en Colombia. Además, enviaba los comprobantes de pago y organizaba todo con antelación para asegurarse de que las víctimas estuvieran disponibles.

La captura del extranjero fue posible gracias al trabajo articulado de las oficinas del HSI en Miami, Cleveland y Bogotá, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE. UU. y la Agregaduría Judicial de Colombia. Fue abordado por agentes de seguridad en el aeropuerto de Miami justo antes de abordar el vuelo comercial que lo llevaría primero a Bogotá y luego a Medellín. Para ese momento, ya pesaban sobre él suficientes pruebas y una orden de arresto por múltiples delitos sexuales cometidos contra menores en Colombia.

Durante los allanamientos a su equipaje, no solo se hallaron los teléfonos con material explícito, sino también registros de transferencias de dinero, chats con redes de proxenetismo en Medellín y detalles sobre cómo planificaba cada visita. Correa incluso negociaba previamente con sus cómplices el perfil de las niñas, exigiendo que estuvieran “entrenadas para no hablar”.

Las autoridades confirmaron que, en muchos de sus viajes, Correa grababa los abusos y compartía ese contenido a través de chats privados con otros contactos. Colombia, las autoridades han abierto una “investigación espejo” para identificar a otros integrantes de la red de explotación sexual infantil que operaba en Medellín y facilitaba los encuentros del extranjero con las víctimas. Según la Alcaldía, estas pesquisas podrían derivar en nuevas capturas y procesos judiciales.

“Esta condena es solo un paso, seguimos avanzando con procesos penales contra los cómplices de Correa y trabajando para capturarlos. Nuestra lucha es firme, sin tregua y sin impunidad”, reiteró el alcalde Federico Gutiérrez en la red social X.

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