A 'Matamba' le salió mal el hechizo: una bruja fue clave para dar con su captura

Alias ‘Matamba’, el narco del ‘Clan del Golfo’ que se fugó en marzo de la cárcel La Picota en Bogotá mientras la justicia evaluaba su extradición a Estados Unidos, fue abatido por la Policía Nacional, según informó el Gobierno este jueves.

Considerado el enlace de este grupo criminal con el cartel mexicano de Sinaloa Nueva Generación en el Pacífico colombiano, ‘Matamba’ planeó su fuga del centro de reclusión con complicidad de la guardia carcelaria y a partir de ese momento desde el Gobierno Nacional se empezó a armar un plan para dar con su paradero en el menor tiempo posible.

Según la revista Semana, entre el operativo que montaron las autoridades hubo un detalle clave para dar con su baja y es una bruja, quien siempre lo apoyó en sus años de vida criminal y le brindaba una supuesta información que lo hacía sentir tranquilo; sin embargo, según los datos de inteligencia, fue por ese mismo camino que se dio con su paradero.

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De acuerdo con el citado medio, gracias a la información que tenía la Policía Nacional, esta mujer fue clave en la investigación sobre este delincuente. Aunque ella no tenía deudas con la justicia, sabía de que las autoridades la tenían en el radar y por eso decidió refugiarse en Venezuela. 

Desde allí, la Policía la ubicó y de la mano de la DEA empezó a hacerle seguimiento y logró interceptar las comunicaciones de esta bruja con ‘Matamba’, lo que fue clave para el rastreo. 

Según uno de los hombres de este grupo especial, ‘Matamba’ acordaba los rezos con la mujer, le enviaba con mensajeros los supuestos ‘elementos de protección’ y así el narcotraficante se sentía seguro. Lo que no sabía es que ese era el camino que lo iba a conducir a su muerte.

Con esta información, los hombres del grupo especial se desplazaron al departamento de Santander y con información de un soplón que ofreció detalles lograron encontrarlo en el municipio de Bolívar. Por la confesión de esta persona, las autoridades se comprometieron a pagar una recompensa de 2.000 millones de pesos.