Surge nueva hipótesis por sicariato del empresario Roberto Franco, en Parque de la 93

El crimen del empresario Roberto Franco Charry, en el reconocido parque de la 93, ocurrido hace casi diez meses, sigue dejando nuevos detalles sobre los cerebros detrás del lamentable hecho.

(Vea también: Imputan a presunto homicida de Roberto Franco, asesinado en el parque de la 93, en Bogotá)

Pese a que mucho se ha hablado sobre las hipótesis ocultas en el asesinato y relacionadas con la seguridad de su hija menor, el uso de carros blindados y escoltas debido a presuntas amenazas, además de un aparente conflicto con movimientos irregulares en una de las empresas que asesoraba, las autoridades sumaron otra sospecha al caso.

Según información obtenida por El Tiempo, una supuesta deuda millonaria podría ser la clave para resolver el crimen de Franco Charry. Documentos de la Sijin de la Policía Metropolitana, muestran que el empresario fue seguido durante horas por sus presuntos asesinos, quienes realizaron un rastreo meticuloso antes de atacarlo.

Cuál es la nueva hipótesis por el asesinato de Roberto Franco, en Bogotá

La nueva línea de investigación de las autoridades apunta a una deuda de 2.000 millones de pesos como posible móvil. De acuerdo con el medio citado, esa estaría relacionada con el diseño de una página web, deuda que Franco estaba pagando con propiedades.

“Aquí en Bogotá él también tuvo negocios con un señor que estaba diseñando una página web y hubo inconvenientes. Le estaban pidiendo que regresara el dinero. Tenemos entendido que él estaba devolviendo el dinero con unas propiedades que tenía. Era una deuda de más o menos 2.000 millones de pesos”, afirmó el investigador.

Durante la investigación, se han encontrado errores clave que podrían llevar a esclarecer el caso, por ejemplo, llamadas desde teléfonos personales y el uso indebido de placas en el carro usado en el crimen han facilitado el trabajo de los investigadores. Además, las cámaras de seguridad muestran movimientos sospechosos previos al asesinato.

De hecho, las investigaciones apuntan a que al menos dos personas más estarían implicadas en el asesinato, pues habrían servido como ‘campaneros’ instalados a las afueras del edificio en el que residía el empresario.