Se conoció que había debajo de puente en sector exclusivo de Bogotá; Policía no lo esperaba

Bogotá
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Un equipo especial de la Policía Metropolitana dio con este descubrimiento, el cual está ubicado debajo de la Autopista Norte con calle 92.

Debajo de uno de los sectores más exclusivos del norte de Bogotá, en la localidad de Chapinero, la Policía descubrió un mundo oculto: un puente convertido en una olla subterránea para la venta y consumo de bazuco. El hallazgo se produjo bajo la Autopista Norte con calle 92, zona de estrato cinco y seis, tras múltiples denuncias ciudadanas por movimientos sospechosos, basura acumulada y consumo a plena luz del día.

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La investigación reveló que habitantes de calle y expendedores no solo usaban el puente como refugio, sino que habían encontrado la forma de ingresar a su estructura interna, creando verdaderas “bóvedas” donde dormían, escondían droga y recibían provisiones.

'Bóveda' dentro de puente ubicado en la Autopista Norte / Testigo Directo

En un operativo, los uniformados ingresaron a este laberinto oscuro y estrecho, donde hallaron 779 dosis de bazuco listas para su venta, cuyo valor en el mercado ilegal superaba el millón de pesos diarios.

“Aquí supuestamente vivía el líder. Le llevaban comida, velas, todo para que permaneciera cómodo… dentro de lo que cabe”, relató el patrullero Carlos Yustres, quien arriesgó su vida entrando al lugar.

La periodista Laura Alejandra Ayala acompañó a los policías y documentó en primera persona las difíciles condiciones de estas “habitaciones del crimen”, donde la oscuridad, el silencio y la inseguridad se mezclan con el eco de los articulados de Transmilenio pasando justo encima. Solo caben personas muy delgadas. Es claustrofóbico, no hay luz, y cualquier error puede costar caro, narró en su recorrido.

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El único rastro que queda de los habitantes de calle, expendedores y consumidores que quisieron apoderarse de este sitio son colchonetas, pares de zapatos, velas y botellas a las que ya no volverán a tener accesoAunque la olla fue sellada y se capturaron cuatro presuntos expendedores, el microtráfico sigue siendo un problema latente. Si no hay demanda, no hay venta, pero eso no va a desaparecer de la noche a la mañana.

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