Perra quedó atrapada en torniquetes anticolados de Transmilenio y casi no logran rescatarla

En el Transmilenio, desde que se instalaron los torniquetes “anticolados”, varias personas han logrado evadir este sistema y seguir ingresando al transporte público de Bogotá sin pagar.

Sin embargo, estos torniquetes le cobraron factura, no a una persona, sino a una perra que iba a ingresar con sus dueños al sistema. Según relató El Tiempo, los dueños del animal eran oriundos de Bucaramanga, por lo que era la primera vez que usaban el Transmilenio.

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Cuando iban a pagar su pasaje y al disponerse a ingresar, la perra de 14 años de edad quedó atascada en los torniquetes. Esto sucedió en el Portal de las Américas, al suroccidente de Bogotá, este lunes 19 de febrero.

A través de redes sociales, se divulgó el video donde se muestra a la mascota atrapada en medio de los barrotes del sistema de puertas.

Según los dueños, la mascota soportó esta situación durante una hora aproximadamente, con los barrotes de metal haciéndole presión sobre la barriga mientras llegaban los bomberos.

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En vista del retraso del cuerpo de oficiales, los dueños tomaron cartas en el asunto y lograron cortar los barrotes que aprisionaban a su perrita con una segueta.

 

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Tras la liberación del animal, los bomberos llegaron al lugar 15 minutos después. Por este hecho, el hombre habría tenido que pagar una multa de 900 mil pesos por daños al nuevo sistema de torniquetes del Transmilenio, sin embargo, según conoció El Tiempo, los dueños llegaron a un acuerdo con la empresa de transporte.

“El ciudadano hizo una especie de conciliación con Transmilenio para resarcir los daños y no fue judicializado, teniendo en cuenta que se priorizó la vida del animalito”, dijo una vocera de la Policía de Bogotá a ese diario.

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“Iniciaron una conciliación porque el delito eran daños en bienes del estado, pero conciliaron para resarcir el daño del torniquete, porque tenía una causa justificada”, concluyó.

Después de que la perrita pudo ser liberada, fue trasladada a un centro veterinario, pues los dueños señalaron que el animal estaba agotado y “tenía la lengua blanca”.