Exgobernador de Córdoba salpicó a José Félix Lafaurie con presuntos nexos paramilitares

En un extenso diálogo ante una magistrada de la JEP, Osorio contó cómo fue su turbulento ascenso desde la ganadería hasta la Gobernación de Córdoba, cargo que recibió de parte del expresidente Álvaro Uribe.

“A mí el presidente Álvaro Uribe me encargó de la gobernación de Córdoba en un periodo donde había algún inconveniente, sin consultarme nada. Yo me doy cuenta cuando me llamó Carlos Holguín Sardi y vi en la página de la presidencia que estaba colgado mi nombre como el gobernador de Córdoba que había encargado el doctor Álvaro Uribe para esa época”, detalló Osorio, en el testimonio divulgado por Noticias Caracol.

Osorio fue más allá y dijo cómo se fraguó una estrategia para elegir al fiscal general de la Nación. Indicó que Lafaurie quería apoyo del líder paramilitar Salvatore Mancuso para impulsar a Mario Iguarán como fiscal. Según el exgobernador de Córdoba, a cambio, Iguarán le daría un alto cargo en la Fiscalía a María Fernanda Cabal (esposa de Lafaurie).

“Él [Lafaurie] tenía una reunión privada con Salvatore Mancuso. Lo contactó y puso como sitio de reunión la casa de él en el barrio La Castellana. Lafaurie le dijo: ‘Mono, yo vengo de parte del Gobierno Nacional, vengo de parte de Sabas Pretelt. Ellos consideran que el fiscal debe ser Mario Iguarán y no Jorge Pretelt. Mario Iguarán será mucho más benévolo para ustedes. Él conoce muy bien la ley de justicia y paz que ayudó a construir’”, manifestó Osorio ante la JEP. (Vea también: Lafaurie le montó protesta a Duque por importación de leche y terminó en pelea con Petro).

El exgobernador de Córdoba dijo que Lafaurie le mandó a Mancuso los contactos de los miembros de la Corte Suprema, que eligieron a Iguarán. Añadió que él mismo fue el encargado de llevar los contactos de las manos de Lafaurie a las de Mancuso.

Osorio, que está condenado a 19 años de cárcel por nexos con paramilitares, dijo cómo se llevaban a cabo las estrategias criminales para presionar y obligar a la venta de tierras por parte de los campesinos de la región cordobesa.

“Ese bien era inmediatamente incinerado, quemado, para que no quedara vestigio de nada y nadie pueda ocuparla. Una acción que la hizo el fondo ganadero y la hice yo en muchas ocasiones porque yo tenía como que un ánimo de pirómano, me gustaba ver la candela sobre esas chozas donde vivían los campesinos”, señaló Osorio ante la JEP.

Este es el testimonio de Osorio, publicado por Noticias Caracol: