Rescatan a niños indigentes de desierto donde los entrenaban para matar, en EE. UU.

La policía logró liberar a 11 menores que estaban retenidos en una zona desértica en el estado de Nuevo México, en condiciones de extrema pobreza y rodeados de basura, llantas y lejos de una fuente de agua.

El impresionante hallazgo ocurrió en un apartado lugar del pueblo de Amalia, en el norte del mencionado estado. En ese lugar, las autoridades encontraron el viernes de la semana anterior a 2 adultos, 3 mujeres y a los niños, que vivían en “condiciones miserables”, dice El País, de España.

Pero como si las condiciones infrahumanas en las que vivían los menores no fueran suficientes, este miércoles la policía informó que el líder del campamento, un hombre identificado como Siraj Ibn Wahhaj, capacitaba a los niños, de entre 1 y 15 años, para disparar en colegios. En el lugar había rifles AR-15 y otras armas de fuego cargadas, informó la agencia AFP.

Según Jerry Hogrefe, sheriff del condado de Taos, los menores rescatados estaban en condiciones similares a las de refugiados del tercer mundo, con ropa rota, sin zapatos y con comida muy escasa (con suerte, papas y arroz, que fue lo que encontraron los agentes).

En el lugar también fue encontrado el cadáver de un niño, que sería el de Abdul-Ghani, hijo de Wahhaj, de 3 años. El hombre había separado al menor de su madre diciéndole a ella que le iba a hacer un exorcismo al pequeño porque estaba poseído por un demonio. El menor no podía caminar, sentía mareo y necesitaba ir al médico con mucha frecuencia.

Siraj Wahhaj, padre del líder del grupo y famoso clérigo musulmán de Nueva York, dijo que, según información que había recibido de otros familiares, esos restos sí son los de su nieto, cita la revista Time. La operación que llevó al hallazgo del campamento había empezado con la búsqueda del menor.

Además de Wahhaj, fueron detenidas Subhannah y Huraj Wahhaj, de 37 y 35 años de edad, respectivamente. Ambas son hermanas del presunto líder del grupo. También fue detenida Jany Leveille, de 35 años, y Lucas Allen Morton, de 40. Todos son considerados “extremistas” musulmanes.

Vale la pena recordar que las masacres con armas de fuego son uno de los problemas sociales más graves que hay en Estados Unidos. De hecho, todavía se recuerda con mucha viveza la masacre cometida por Stephen Paddock en Las Vegas, en octubre de 2017, que dejó a 59 personas muertas y más de 500 heridas.

Además, hay graves antecedentes en colegios, el más recordado, el del joven Nikolas Cruz, de 19 años, en un colegio de Parkland, Florida, el pasado 14 de febrero. Aquella vez, 17 personas, entre miembros del cuerpo docente y estudiantes, fueron asesinadas.