No es ningún angelito: policía que mató a hombre negro en EE. UU. tiene historial de abuso

El agente Derek Chauvin, que le puso la rodilla en la nuca a George Floyd hasta prácticamente matarlo “por sospecha”, no es un alma de Dios y ya fue despedido.

Aunque no agredió a Floyd, pero sí se quedó al margen, sin hacer nada para proteger la vida del ciudadano ante el ataque de su compañero de patrulla, el agente Tou Thao también fue despedido de su cargo, indica USA Today, que señala que entre los dos patrulleros acumulan 13 quejas de ciudadanos por abuso policial desde 2012.

Además de las quejas, que el diario estadounidense no detalló, Chauvin ha estado involucrado en 3 balaceras desde 2016 que han sido objeto de investigación por las autoridades de Minneapolis, destaca el medio estadounidense.

A raíz de las acciones de Chauvin y Thao del lunes pasado, la ira se apoderó de la ciudadanía y ya llevan tres noches seguidas de furiosas protestas por el asesinato de Floyd, de 46 años, destaca la agencia AFP.

La Casa Blanca dijo que el presidente Donald Trump estaba “muy preocupado” tras ver las “atroces y espantosas” imágenes del asesinato ocurrido el lunes y que había exigido que la investigación tuviera máxima prioridad.

“Quiere que se haga justicia”, dijo su secretaria de prensa Kayleigh McEnany.

El video de un transeúnte muestra a Floyd esposado, sin aliento, con un policía presionándole el cuello con la rodilla después de detenerlo por supuestamente usar un billete falsificado de 20 dólares.

Tras varios minutos bajo la rodilla del policía, Floyd queda inmóvil y es trasladado al hospital, donde declararon su muerte.

La Alta Comisaria de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, instó a Estados Unidos a tomar “medidas serias luego de este último acontecimiento, de una serie de asesinatos de afroestadounidenses desarmados, cometidos por policías estadounidenses”.

La policía federal (FBI) y el Departamento de Justicia dijeron estar investigando, mientras las autoridades de Minneapolis evaluaban la posibilidad de convocar a la Guardia Nacional así como a la policía del vecino St. Paul para controlar la situación.