¿Por qué Melania e Ivanka Trump tenían pinta de velorio en visita al papa?

La esposa y la hija del presidente Donald Trump hicieron parte de la breve visita oficial en Ciudad del Vaticano.

La lúgubre vestimenta de ambas responde al estricto protocolo que requiere el Vaticano a las mujeres que van a tener una audiencia con el papa, informa USA Today. Stephanie Grisham, directora de comunicaciones de la primera dama, informó:

Por protocolo del Vaticano, a las mujeres que tienen audiencia con el papa se les requiere usar mangas largas, traje negro formal y un velo para cubrir la cabeza”.

Tradicionalmente, hasta el pontificado del papa emérito, Benedicto XVI, y en el de todos sus antecesores, la orden era que todas las mujeres usaran ese traje con su respectiva manta, de acuerdo con las tradiciones de la iglesia católica romana.

Solo algunas mujeres miembros de la realeza de países católicos se salvan del estricto código de vestimenta de la Santa Sede. Ellas se acogen a lo que llaman la regla del “privilegio del blanco”. Por ejemplo, la princesa Charlene de Mónaco ejerció tal privilegio en enero pasado cuando visitó a Francisco, al usar chaqueta y guantes blancos, una mantilla del mismo color y unos tacones, recuerda The Telegraph.

Sin embargo, no todas las mujeres que se entrevistan con el papa cumplen a cabalidad las solicitudes. Ese es el caso de la canciller de Alemania, Angela Merkel, que no usó velo en la cabeza cuando visitó a Francisco en 2016:

A pesar de que llevaba traje negro para la ocasión, muchos se preguntaron por qué no usó el velo. Según NBC News, las mujeres no están del todo forzadas a usar esa prenda en los encuentros con el papa. Además de Merkel, por ejemplo, la duquesa Camilla de Cambridge tampoco usó el manto al visitar al pontífice.

Al ver el atuendo de las Trump, surgió una pregunta incómoda: ¿por qué en el encuentro con Francisco se cubrieron la cabeza, pero en la visita que hicieron a Arabia Saudita, durante la misma gira, optaron por lucir sus cabellos con normalidad a pesar de las tradiciones de ese país? Grisham tiene la respuesta, y es bastante sencilla: no hubo requerimiento para la vestimenta de la primera dama en esa visita.