Bolsonaro sale bien de una cirugía y prepara su sucesión política mientras cumple condena por intento de golpe

Jair Bolsonaro, expresidente de Brasil, se sometió exitosamente a una cirugía este jueves para tratar una hernia inguinal bilateral, según comunicó el equipo médico. El procedimiento, que tuvo una duración aproximada de tres horas y media, se realizó en el hospital privado DF Star de Brasilia, donde los especialistas corrigieron dos hernias en la zona de la ingle. De acuerdo con el cirujano Cláudio Birolini, se colocó una malla de material plástico en la zona afectada para reforzar la pared abdominal. Posteriormente, Bolsonaro fue trasladado a una habitación regular, iniciando así la primera fase de su recuperación tras la intervención.

La operación se realizó con éxito y sin complicaciones, como confirmó no solo el informe médico oficial, sino también Michelle Bolsonaro, esposa del exmandatario, quien informó a través de sus redes sociales que el proceso “fue un éxito”. Los médicos calculan que la recuperación tomará entre cinco y siete días, tiempo durante el cual será supervisado por especialistas y comenzará las primeras sesiones de fisioterapia. Además, el equipo médico indicó que, dependiendo de la evolución de su estado, se evalúa la posibilidad de practicarle posteriormente un procedimiento para bloquear parcialmente un nervio del diafragma, con el objetivo de controlar sus habituales crisis de hipo.

La hospitalización extraordinaria de Bolsonaro se produjo en medio de circunstancias judiciales y políticas excepcionales. Actualmente, el ex jefe de Estado se encuentra en prisión tras ser encontrado culpable de “liderar” un intento de golpe de Estado, según la investigación liderada por el juez Alexandre de Moraes en la Corte Suprema de Brasil. La condena contra Bolsonaro, que implica una pena de 27 años de cárcel, responde a su participación en una supuesta trama golpista luego de perder las elecciones de 2022 ante el actual presidente Luiz Inácio Lula da Silva. La autorización especial para su intervención quirúrgica, así como las condiciones de su estancia hospitalaria, fueron establecidas estrictamente por el juez de Moraes.

En este contexto, solo su esposa, Michelle Bolsonaro, ha recibido permiso para acompañarlo de forma permanente en el hospital. Sus hijos, incluido el senador Flávio Bolsonaro, el exconcejal Carlos, Jair Renan y Laura, pueden visitar a su padre únicamente en momentos puntuales. Además, está prohibido el uso de computadoras, teléfonos móviles o cualquier dispositivo electrónico en su habitación, y la vigilancia policial es constante las 24 horas del día, con al menos dos agentes apostados fuera de su dormitorio.

Antes de ser intervenido, Bolsonaro hizo llegar una carta leída por su hijo Flávio, en la que declaró su apoyo político para que Flávio sea su sucesor y represente su nombre en las próximas elecciones presidenciales de 2026. Cabe recordar que el exmandatario se encuentra, además, inhabilitado políticamente y ha presentado desde hace meses afecciones de salud como vómitos, mareos y crisis de hipo, problemas que, según sus allegados, son secuelas de una puñalada recibida durante la campaña de 2018. El contexto de su hospitalización refleja no solo su situación judicial sino también su estado físico, ambos marcados por el clima político brasileño actual.

¿Por qué los procesos judiciales pueden restringir las condiciones hospitalarias de una persona detenida?

Cuando una persona privada de la libertad requiere atención médica en un hospital, las condiciones de su estadía pueden estar reguladas directamente por las disposiciones del juez encargado de su caso. Como se ha observado en el caso de Jair Bolsonaro, medidas como la restricción de visitas, la limitación en el uso de aparatos electrónicos y la vigilancia permanente buscan garantizar la seguridad y prevenir cualquier tipo de comunicación no autorizada o intento de fuga.

Esta práctica se fundamenta en la necesidad de equilibrar el derecho del detenido a recibir tratamiento médico adecuado con la responsabilidad del Estado de asegurar la custodia y la legalidad del proceso judicial. La intervención judicial personalizada permite que, incluso en circunstancias delicadas como una hospitalización, se mantengan los controles y restricciones necesarios según el caso penal y la gravedad de los cargos imputados.