¿Qué es la viruela de Alaska, la extraña enfermedad que cobró la primera vida humana?

La primera víctima mortal conocida del virus de la viruela de Alaska, un tipo de ortopoxvirus descubierto por primera vez en la ciudad de Fairbanks en 2015, ha sido registrada recientemente.

El virus, también denominado AKPV, es conocido por afectar a mamíferos, rara vez a los seres humanos, causando lesiones en la piel.

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La víctima, un adulto mayor, contrajo el virus en septiembre de 2023, presumiblemente después de ser arañado por un gato callejero infectado.

Los síntomas de esta enfermedad incluyen lesiones cutáneas, inflamación de los ganglios linfáticos y dolores musculares y articulares, siendo las personas inmunodeprimidas más susceptibles a complicaciones graves. Desde su descubrimiento, solo siete personas han contraído esta infección (cabe resaltar que este virus no se contrae de persona a persona).

Según las autoridades de salud estadounidenses, el hombre “informó que cuidaba de un gato callejero en su residencia que cazaba regularmente pequeños mamíferos y arañaba con frecuencia al paciente”.

Además, se indicó que el hombre “residía solo en una zona boscosa y no informó viajes recientes”, también agregó que no tuvo contacto con personas que hubieran viajado recientemente o con enfermedades o lesiones similares al fallecido.

A pesar de recibir tratamiento, lamentablemente murió debido a la enfermedad en enero de 2024, después de experimentar desnutrición, insuficiencia renal aguda e insuficiencia respiratoria, según lo indicó el Departamento de Salud Pública de Alaska, EE. UU.

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Este virus ha sido responsable de la muerte del hombre de edad avanzada en la península de Kenai, en la costa sur de Alaska, marcando así el primer caso fatal reportado.

“Este es el primer caso de infección grave por viruela de Alaska que provoca hospitalización y muerte”, informaron las autoridades de salud.

Es importante destacar que el fallecido estaba inmunocomprometido debido a un tratamiento contra el cáncer, lo que aumentó su vulnerabilidad ante la enfermedad.