Ricky Martin demandó a su sobrino por más de 20 millones de dólares

Los últimos meses han sido bastante difíciles para Ricky Martin, quien atravesó por dos líos legales en el mismo mes, pero ahora es el artista quien acude a los tribunales. El pasado 2 de julio, la Policía de Puerto Rico le confirmó a la Agencia EFE que se encontraba en proceso de gestionar una orden de alejamiento contra el cantante, después de haber recibido una denuncia de violencia doméstica en su contra.

Aunque al principio no se reveló la identidad del demandante, el mismo hermano del artista, Eric Martin, señaló que el autor de la querella era su sobrino, Dennis Sánchez. Dos semanas después, el jueves 21 de julio, se llevó a cabo el juicio, en San Juan, Puerto Rico. La audiencia, en la que Ricky estuvo virtualmente, fue más rápida de lo esperado, pues a solo minutos de haber iniciado, el mismo artista anunció, en sus redes sociales, que su caso sería archivado por las autoridades.

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Ricky Martin demandó a su sobrino por más de 20 millones de dólares

En ese momento, y sin decir su nombre, el intérprete de La mordidita, confirmó que la persona que inició el proceso, que ya fue desestimado, pertenece a su entorno. “Fui víctima de una mentira, desafortunadamente el ataque vino de un miembro de la familia que tristemente está lidiando con problemas mentales”. Ahora, un mes después, el nombre del puertorriqueño de 51 años vuelve a ser noticia. Se conoció que ayer miércoles, el boricua presentó una demanda ante el Tribunal de Primera Instancia de San Juan, Puerto Rico, por extorsión, persecución maliciosa, abuso del derecho, daños y perjuicios en contra de Dennis Yadiel Sánchez Martin. En ella, solicita una indemnización económica de al menos 30 millones de dólares, más de 100 millones de pesos colombianos, alegando que las falsas acusaciones de su sobrino le causaron cancelación de “contratos millonarios y proyectos artísticos presentes y futuros”.

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El documento judicial, expuesto ya por varios medios latinoamericanos, cita que la situación le causó “daños a la reputación del demandante, quien hasta que la Orden de Protección fuese de conocimiento público, gozaba de una reputación intachable ganada a través de su larga trayectoria artística y altruista por los últimos casi 40 años de su vida”.