"Nos volamos con Juan Gabriel": Julio Correal, casi muere con el cantante en una finca

Según Julio Correal, el evento fue contratado por un miembro del cartel de Cali, quien deseaba sorprender a su madre y a su familia con el talento del ‘Divo de Juárez’.

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Correal, junto al cantante y al representante de Juan Gabriel, se dirigieron en un vehículo hacia una finca aislada en las afueras de Cali, atravesando una trocha complicada para llegar al lugar.

“Era una finca llena de gente, y no cualquier gente; eran personas muy difíciles y complicadas”, relató Correal, describiendo un ambiente tenso y controlado, con estrictas rutas de entrada y salida.

A pesar de las circunstancias, Juan Gabriel comenzó su presentación con gran profesionalismo y carisma. Cantó durante una hora y veinte minutos, logrando emocionar profundamente a los asistentes.

Sin embargo, la velada no terminó ahí. El anfitrión, impresionado y emocionado, le pidió al mexicano que interpretara nuevamente su éxito ‘Querida’, ofreciéndole una generosa suma de dinero adicional . Juan Gabriel accedió y volvió a interpretar la canción.

Pero la emoción del público no cesaba, y al terminar, el anfitrión insistió en que la cantara por tercera vez, ahora entregándole 3.000 dólares más. La euforia creció y, finalmente, le pidieron por cuarta vez que volviera a interpretar ‘Querida’, esta vez ofreciéndole otros 5.000 dólares.

Aunque el cantante cumplió con todas las solicitudes, la situación se tornó tensa. “La gente estaba muy emocionada, pero era un ambiente muy complicado. Incluso alcanzaron a sacar pistolas al final de la presentación”, recordó Correal.

Tras la última interpretación, el equipo decidió retirarse de inmediato y solicitó al conductor una camioneta para escapar del lugar. Con gran habilidad, el chofer tomó un camino alternativo por una trocha rumbo a Cali, mientras la tensión y el peligro comenzaban a disiparse.

“Fue una experiencia de adrenalina, extrema, pero también muy riesgosa para el cantante, casí nos matan por eso nos tocó volarnos”, concluyó Correal, destacando la capacidad de Juan Gabriel para manejar la presión y conquistar incluso a los públicos más exigentes y oscuros.