Ya es confirmado: Armando Records cerró para siempre, luego de 13 años en Bogotá

Desde julio pasado se especuló bastante en redes sociales con que el bar Armando Records había quebrado producto de la pandemia y que por eso había cerrado. El rumor era cierto y este miércoles fue confirmado por el propio establecimiento, que en sus redes sociales compartió un emotivo comunicado de despedida e hizo varias publicaciones al respecto.

La discoteca, una de las más icónicas de la rumba en Bogotá, cierra sus puertas para siempre luego de 13 años funcionando en la capital del país. En 2008 fue inaugurada y ahora se ve forzada a finalizar sus operaciones como resultado del año que no pudo recibir a sus clientes fieles por cuenta de la pandemia.

“Armando 2008 – 2021. A todos los que estuvieron ahí dándolo todo con nosotros en las más de 2756 noches… ¡Gracias! Armando y sus amigos también lo dimos todo por lo que a Uds. y a nosotros más nos mueve: ¡LA MÚSICA! ¡HASTA SIEMPRE Y QUE NO MUERA EL SWING ELEGANTE NUNCA!”, escribió el bar junto a un video de dos minutos con el que se despidió de sus seguidores.

Apenas se confirmó la noticia, cientos de personas lamentaron el cierre definitivo de Armando Records. Los usuarios recordaron con mucho cariño las rumbas que disfrutaron con sus amigos allí durante todos estos años y también agradecieron al establecimiento por las experiencias que les brindó.

Ese lugar era exaltado por guías de turismo como uno de los lugares más atractivos y exclusivos de Bogotá para disfrutar de la rumba. Además de ser un sitio para el baile, también lo recuerdan mucho por los diferentes ambientes que ofrecía. El negocio, que cada fin de semana recibía a centenares de personas en la Calle 85 # 15-30, dejó de funcionar cuando empezó la pandemia, en marzo de 2020.

Era tal la fama de Armando Records que llegó a ocupar el puesto 28 en un ‘ranking’ de mejores sitios de rumba del mundo. Previo a que llegara el impacto de la pandemia se conoció que el propietario y fundador de este negocio es Juan Sebastián Molina, un empresario que llevó a la marca hasta lo más alto y la posicionó en el norte de la ciudad.

A continuación, una de las publicaciones con las que el bar se despidió de sus clientes: