Economía
Arrendatarios podrán denunciar a dueños de la vivienda por práctica ilegal que se ha vuelto común
Tú navegador no es compatible para reproducir este audio
El timonel no estuvo en el banquillo desde hace varias semanas, cuando sufrió una recaída y tuvo que ser internado en su domicilio.
El fútbol argentino está de luto. Miguel Ángel Russo, histórico entrenador de Boca Juniors y figura entrañable del balompié sudamericano, falleció a los 69 años tras una larga y valiente lucha contra el cáncer que enfrentaba desde 2017.
(Vea también: Murió Miguel Ángel Russo, querido extécnico de Millonarios: medios argentinos lo confirmaron)
Su muerte deja un vacío enorme en los banquillos y en el corazón de los hinchas que lo vieron construir una de las páginas más gloriosas del club xeneize.
Russo fue mucho más que un técnico: fue un líder respetado, un hombre de carácter firme y sonrisa cálida, capaz de ganarse el cariño de todas las hinchadas.
Bajo su mando, Boca conquistó la Copa Libertadores de 2007, recordada por la mítica semifinal ante el Cúcuta Deportivo y el triunfo final frente a Gremio, una gesta que lo consagró como uno de los entrenadores más importantes en la historia del club.
En los últimos días, su estado de salud se había agravado, aunque según su círculo más cercano, se mantuvo lúcido y sereno hasta el final. Pasó sus últimos momentos en su hogar, en Buenos Aires, acompañado por su familia, que pidió privacidad en medio del dolor.
Su última aparición pública fue el pasado 21 de septiembre, cuando dirigió en La Bombonera el encuentro entre Boca y Central Córdoba. Las cámaras captaron cómo, pese a su evidente debilidad, saludó con su sonrisa habitual al público y se apoyó en las barandas para llegar al banco, un gesto que hoy cobra un significado especial: la despedida silenciosa de un ídolo.
El Club Atlético Boca Juniors confirmó la noticia con un mensaje cargado de emoción:
“El Club Atlético Boca Juniors comunica con profunda tristeza el fallecimiento de Miguel Ángel Russo. Miguel deja una huella imborrable en nuestra institución y será siempre un ejemplo de alegría, calidez y esfuerzo. Acompañamos a su familia y a sus seres queridos en este momento de dolor. ¡Hasta siempre, querido Miguel!”.
Con su partida, el fútbol argentino pierde a un maestro del vestuario y a un símbolo de lucha, cuyo legado quedará grabado para siempre en la historia del deporte. Miguel Ángel Russo, el técnico que transformó el temple en grandeza, ya es leyenda.
Sigue leyendo