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Escrito por:  Valeria Arias
Redactora     Mar 22, 2024 - 11:35 am

El sueño es una de las actividades más necesarias para conservar el bienestar en el ser humano. Durante esta se llevan a cabo funciones corporales vitales para que los sistemas funcionen bien en el día a día y mucho de lo que ocurre mientras se duerme sigue siendo objeto de estudio.

(Vea también: 20 sueños más comunes y su significado; de seguro alguna vez ha soñado con alguno)

Así como muchos expertos siguen tratando de encontrar la explicación y cura de los saltos repentinos durante el sueño. Dormir con los ojos abiertos o la boca abierta podría ser una manifestación del cuerpo y por ello hay que estar pendientes a este tipo de señales. Esta es la explicación e expertos al respecto.

¿Cómo se llama la condición de dormir con ojos abiertos?

No poder cerrar por completo los ojos al dormir se conoce como lagoftalmos nocturno. La Academia Americana de Oftalmología hace alusión a esta condición en su portal especializado y señala las personas que lo hacen:

  • Nacieron con párpados que no alcanzan a cerrarse por completo.
  • Podrían tener daño muscular en los párpados por infección, inflamación o lesión.
  • Podría tener parálisis de Bells, un accidente cerebrovascular, un tumor o alguna otra afección que paralizó los nervios faciales.
  • Podrían padecer la enfermedad de Graves u otra condición que hace que los ojos sean protuberantes hacia adelante.
  • Hayan tenido una blefaroplastia u otra cirugía que haya cambiado el movimiento de los párpados.
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Esta condición puede generar síntomas como resecamiento de los ojos, sensación de cuerpo extraño, ojos rojos, visión borrosa, sensibilidad a la luz y no poder dormir bien.

¿Qué hacer para no dormir con la boca abierta?

Dormir con la boca abierta también tiene su causas. La odontóloga Sara Hawkins señala en el portal especializado de CeoDent por qué algunas personas lo hacen y cómo abordar cada uno de estos problemas:

  • Obstrucción de las vías aérea: desviación de tabique, vegetaciones o amígdalas grandes que hacen necesario una revisión con el otorrinonaringólogo para solucionarla.
  • Reducción de la vía aérea por un maxilar comprimido y estrecho (ya que el paladar es el suelo de la nariz), o una mandíbula retraída y pequeña que limita el paso del aire a la faringe. En estos casos es necesario hacer un tratamiento de ortopedia: expansión maxilar u ortodoncia de avance de la mandíbula para ampliar las vías aéreas.
  • Un hábito incorrecto desarrollado a partir de alguna infección nasal tempora, el cual hace que el paciente comience a respirar por la boca y posteriormente este hábito continúa.

    En todo caso, si usted está experimentando alguna de estas dos condiciones consulte con su oftalmólogo, odontólogo u otorrinolaringólogo de confianza, para obtener el tratamiento adecuado.

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