Por: REVISTA MASCOTAS

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Este artículo fue curado por Laura Murillo   Oct 20, 2023 - 4:46 pm
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Aunque entiendo que los humanos crecimos con una educación basada en el regaño y hemos recibido información de cómo a los perros hay que regañarlos para educarlos (ya no es así), no justifica que este sea el camino con los gatos.

Aunque seamos dos especies completamente diferentes conviviendo bajo el mismo techo, No somos superiores a ellos ni tenemos que imponernos, ni ejercer autoridad hacia ellos. Así como tampoco demostrar que somos los que dominamos o los que mandamos en la relación.

Los gatos son gatos, ellos se comportan fiel a su naturaleza e instinto. Ellos no se portan ni bien ni mal, no saben que está bien o mal para ti, no tienen intenciones negativas, ellos no se vengan ni te quieren fastidiar o molestar, se expresan tal cual cómo son y cómo se sienten.

(Vea también: Las posturas más comunes de los gatos al dormir y qué significa cada una)

Infortunadamente se cree que el regaño y/o castigo es la forma de educar o corregir a los gatos, y esto no puede estar más lejos de la realidad y de la esencia y naturaleza gatuna.

Gritarles, darles golpecitos en su cuerpo o nariz, lanzarles algo, usar un spray de agua, encerrarlos, llevarlo a su arenero y frotarle su carita o nariz en la arena, pegarles, usar el papel periódico, hablarles con tono de voz duro y fuerte, entre otros, son métodos aversivos con tus gatos, son formas de regañar y castigar que te recomiendo no usar.

La relación con nuestros gatos, estos seres maravillosos que nos aman incondicionalmente, comparten sus vidas con nosotros y nos hacen tan feliz, debe ser una relación basada en el amor, respeto, igualdad, humildad, compresión y empatía y no en la autoridad.

Los gatos no tienen problemas de comportamiento. El problema lo tiene el humano que, al no entender ni su idioma ni su comportamiento ni saber cuáles son las necesidades propias de la especie, ante algo que le molesta o no comprende, tiende a proyectar su enfado, frustración y enojo hacia ellos regañando o castigando con la intención de corregirlos.

¿Por qué NO debemos regañar ni castigar a nuestros gatos? 

  • A los gatos no los educamos ni corregimos
  • No funciona ni soluciona nada en ellos
  • Puede empeorar o agravar la situación
  • Quiebras el vínculo que tienes con tu gato porque aumentas su miedo, ansiedad y desconfianza hacia ti
  • Aumentas su nivel de estrés lo que puede desencadenar cambios en su conducta o problemas de salud
  • Puedes estar reforzando inconscientemente una conducta en tu gato, tu sientes que lo estás regañando, pero para tu gato puede ser positivo porque obtuvo tu atención
  • Tiene un impacto muy negativo en su salud mental, bienestar y felicidad
  • Tiene un impacto muy negativo en ti, porque en el momento sientes emociones muy negativas que afectan tu estado anímico y tranquilidad y después te sientes mal o triste por haberlo hecho.

(Vea también: Colores que no toleran los gatos: tenga cuidado si los usa demasiado en sus prendas)

El camino es entender, escuchar, comprender y ayudar

Hay conductas en nuestros gatos que son innatas (intrínsecas en ellos) como querer estar en altura para poder observar y tener el control de su territorio; marcar territorio ya sea frotando su cara o cuerpo contra algún objeto o rasguñando para impregnar sus feromonas (su olor) en su territorio para sentirse seguros y tranquilos; y cazar! son animales cazadores, que cazan y matan presas para alimentarse y por diversión.

Hay otras conductas que ellos expresan como síntomas de que algo les pasa, que no se sienten bien y necesitan de nuestra atención y ayuda. ¡Es un mensaje de nuestro gato para nosotros!

Por ejemplo, un caso muy común que pasa en gatos (uno de mis principales motivos de consulta) y donde se les regaña mucho, es cuando hacen pipí fuera del arenero, cuando orinan sentados en la cama, muebles u otras superficies blandas y horizontales. Las personas piensan que su gato se volvió loco, es un cochino, sucio o que se está vengando de algo y por supuesto lo regañan y castigan.

Independientemente de cuál sea la causa, el gato no lo está haciendo ni de malo ni de cochino. Algo le está pasando y necesita comprensión y ayuda, no que le regañen ni reprendan. ¿Vamos a regañar a nuestros gatos por sentir dolor o estar enfermos?

Imagínate por un momento que sientas un fuerte un dolor y llega un ser querido y te regaña, o te saca de la habitación, o te tira agua o te trata mal, ¿Cómo te sentirías? Así se siente tu gato.

Tu eres su humano! Su referente! Su seguridad! ¡La clave NO está en corregir al gato! ¡La clave está en Ti! En entenderle y ayudarle, en cómo te relacionas con tu gato y en cómo le ayudas a ser gato.

Te invito a que no regañes a tu gato por ser gato, por expresarse y comunicarse contigo. Disfruta la vida con él, sigue amándolo con locura y ayúdalo a ser gato! Sean felices!

Si estás viviendo una situación difícil o compleja con tu gato que no entiendes, te molesta, te genera enfado o frustración y no sabes que hacer, busca ayuda profesional en comportamiento felino que trabaje desde el amor y en positivo. No dejes que la situación los siga afectando, por ti y por tu gato.

¿Vamos a regañar a nuestros gatos por ser gatos? ¿Por expresar sus conductas naturales? Lo mejor que podemos hacer es aceptarlos tal cual como son, ayudarles a ser gatos y proporcionarles un entorno adaptado para ellos.

No me regañes!!! Esto puede estar pasando

  • Insatisfacción o aversión a algo relacionado con su arenero (ubicación, limpieza, tamaño, material, tipo de arena, mala experiencia…)
  • Porque siente dolor y molestia al orinar por una infección urinaria, cristales en la orina o cistitis
  • Mala alimentación y/o deshidratación
  • Porque lleva mucho tiempo expuesto a algo que le está causando estrés y lo está somatizando
  • Porque hay mala convivencia o conflictos entre los humanos

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