Nintendo Switch cuenta con un procesador Nvidia Tegra X1 con GPU de arquitectura Maxwell de segunda generación, más un chip Tegra X1, personalizado por Nintendo y fabricado con tecnología de 20 nanómetros, siendo su único hardware porque la base no tendrá una segunda GPU.

Según Eurogamer, al desconectarse la consola de la base, será un 60 % más lenta para ahorrar energía, y este sería su consumo de baterías:

  • Conectada a la base: CPU a 1020 MHz / GPU a 768 MHz.
  • En modo portátil: CPU a 1020 MHz / GPU a 307,2 MHz.

Por su parte, la CPU es la única que no cambia de estado porque se mantiene siempre en los 1020 MHz.

Así las cosas, los desarrolladores deberán adaptar los juegos a ambas configuraciones de rendimiento para sacar toda la potencia de Nintendo Switch. Una alternativa es que los títulos se ejecuten a 720p en la configuración más baja, pero que se adapten a 1080p en otra configuración, afirma Engadget.

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