En un extracto de su libro ‘Chaos Monkeys’ publicado en Business Insider, García Martínez describe el exceso de culto por parte de los trabajadores hacia la compañía de Mark Zuckerberg, realidad que se refleja, por ejemplo, en el uso permanente de ropa alusiva a la red social más grande del mundo.

Pero ahí no llega todo: a los hijos de los empleados también los hacen parte de esa tendencia, ya que es normal que circulen por la red fotografías en las que ellos aparecen luciendo ‘onesies’ (una especie de pijama enteriza) con el logotipo de la red social.

Esta atmósfera de trabajo es descrita por García como “fascismo corporativo”, pero no porque los empleados les rindan algún tipo de culto a figuras políticas de esa tendencia, sino por la propensión a cumplir la voluntad de un líder y supeditarse voluntariamente a una estructura social o corporativa.

García también resaltó una especie de rito de iniciación por el que pasan todas las personas al momento de ingresar a la compañía:

Como inmigrantes en la Isla Ellis (Nueva York), ellos dejan sus viejas culturas a un lado y las reemplazan por una nueva basada en el consumo total”.

En ese aparte de su libro, el exgerente de producto recuerda una anécdota de su primer día de trabajo en Facebook, cuando Chris Cox, jefe de producto de la red social preguntó:

¿Qué es Facebook? Defínanlo para mí”.

Ante la pregunta, alguien respondió:

-Es una red social

A lo que Cox respondió:

– ¡Mal! ¡No es eso en absoluto!

En busca de más respuestas, miró al auditorio, cuando alguien respondió:

-Es tu periódico personal.

A lo que el anfitrión dijo:

-¡Exacto! Es lo que yo deberías estar leyendo y sobre lo que deberías estar pensando, es algo que se me entrega personalmente todos los días.

Ante eso, García puntualiza:

Es casi religioso y tomado con absoluta sinceridad […] Este fascismo corporativo estaba intoxicando”.

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