Para que funcione, basta con ubicar la pegatina BLIPS sobre el lente de la cámara para que el teléfono se convierta en un improvisado y eventualmente útil microscopio.

El paquete que se vende, disponible en Kickstarter por un precio de 20 euros, incluye un lente micro y otro macro, que vienen dispuestos sobre una calcomanía reutilizable, y son lo suficientemente delgados (0,5 y 1,2 milímetros de grosor) para llevar en el bolsillo, describe The Verge.

Los lentes fueron desarrollados en los laboratorios del Instituto Italiano de Tecnología en Génova por la compañía SmartMicroOptics, y su capacidad depende del teléfono o tableta en que se usen, pero en promedio amplifican una imagen hasta 100 veces.

Pese a que en apariencia apunta a un público curioso, el fabricante afirma que, de igual forma, estos adhesivos pueden ser usados por expertos que necesiten tener a la mano una herramienta con estas características.

El precio final de la pareja de lentes será de 30 euros (10 euros más que lo que cuesta hoy en día), los envíos iniciarán en el próximo mes de agosto y se distribuirá en todo el mundo.

Este video muestra el funcionamiento del curioso invento:

 

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