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La Amazonía, uno de los tesoros naturales más valiosos del planeta, enfrenta constantes amenazas que ponen en riesgo su biodiversidad. Sin embargo, un nuevo sistema por medio de inteligencia artificial surge en la lucha por la conservación de esta vasta selva tropical.
Bautizado como ‘Proyecto Guacamaya’, este sistema promete ser un avance en la protección de la Amazonía. Guacamaya, resultado de la asociación entre el Instituto Alexander von Humboldt, el Instituto SINCHI, la Universidad de los Andes y Microsoft, ha dado vida a una plataforma de inteligencia artificial para la preservación de esta región vital.
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Lo que distingue a Guacamaya es su capacidad de aprendizaje automático y su inteligencia artificial avanzada. A medida que la plataforma recopila y analiza datos, mejora su capacidad para reconocer patrones, identificar amenazas emergentes y proporcionar información valiosa para la toma de decisiones.
“La capacidad de analizar cantidades masivas de datos es crítica porque sabemos que es una selva tropical que abarca países y millones de kilómetros cuadrados. Entonces, para tener una visión global de la cuenca del Amazonas, realmente se necesita el poder de la IA y estos nuevos modelos” señala el profesor Pablo Arbeláez Escalante, Director del Centro de Investigación y Formación en Inteligencia Artificial y profesor Asociado de la facultad de Ingeniería de la Universidad de Los Andes.
La Amazonía, por la que Gustavo Petro y Lula da Silva tuvieron desencuentro y que se extiende por nueve países y un territorio de ultramar, alberga el bosque tropical más grande del mundo y una biodiversidad que comprende el 10% de las especies conocidas en el mundo. Esta región desempeña un papel esencial en la estabilización del clima global y en la generación de servicios ecosistémicos que sustentan la vida en la Tierra.
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Sin embargo, la vastedad del territorio amazónico es uno de los desafíos para la investigación y la conservación, por lo que Guacamaya integra y procesa tres fuentes de información a través de la IA:
- Información bioacústica: utilizando dispositivos autónomos de grabación de sonidos desplegados en la selva, Guacamaya registra y analiza los sonidos de la fauna amazónica. Los algoritmos desarrollados permiten identificar especies, estimar su abundancia y detectar amenazas, todo a una décima parte del tiempo requerido para un análisis manual.
- Cámaras trampa: equipadas con sensores infrarrojos, estas cámaras capturan imágenes de la vida silvestre en su hábitat natural. La inteligencia artificial de Guacamaya procesa estas imágenes, identifica especies y contribuye a un monitoreo más rápido y preciso de la fauna amazónica.
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- Imágenes satelitales: la plataforma utiliza imágenes satelitales de alta resolución para detectar áreas deforestadas. Esto es crucial en la lucha contra la principal causa de degradación de la Amazonía: la deforestación. Los algoritmos de Guacamaya permiten un análisis más rápido y preciso de estos datos.
El Proyecto Guacamaya promete ser una herramienta esencial en la conservación de la Amazonía y por la que Brasil y Colombia hacen una cumbre. Al acelerar la recopilación y el análisis de datos, brinda información en tiempo real sobre la actividad de la vida silvestre y las amenazas al ecosistema. Esto empodera a los conservacionistas y a las autoridades para tomar medidas más efectivas.
Además, Guacamaya apoya la formulación de políticas públicas, proyectos de producción sostenible y la investigación científica en la región. La plataforma también está diseñada como una iniciativa de código abierto, disponible para cualquier entidad de investigación, autoridad ambiental u organización científica que desee utilizarla. Esta iniciativa promete ser un modelo para la protección de otros ecosistemas en todo el mundo.
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Arbeláez Escalante enfatiza la importancia de la colaboración internacional en la protección de la Amazonía: “Esperamos que los líderes de la región y todos nuestros hermanos latinoamericanos tomen este proyecto como propio”.
La Directora General del Instituto SINCHI, Luz Marina Mantilla Cárdenas, resalta la sinergia entre el conocimiento científico y la IA: “Nuestro conocimiento sobre la Amazonía será el respaldo a la IA. Tenemos series de información histórica que servirán para crear algoritmos a partir de los cuales conseguiremos respuestas oportunas sobre fenómenos determinados”.
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