Así lo manifestó la Administración de Drogas y Alimentos (FDA, por su sigla en inglés) en un comunicado en el que fija metas para la reducción voluntaria del sodio, dirigidas a la industria de alimentos, los restaurantes y servicios de alimentos preparados.

Los 2.300 miligramos por día, dice, es el nivel recomendado por expertos y “un abrumador cuerpo de evidencia científica”.

Las dietas altas en sodio están asociadas con un mayor riesgo de padecer hipertensión, que está asociada a las enfermedad cardíacas y los accidentes cerebrovasculares.

Más que promover el consumo racional de sal por parte de las personas, la FDA dirigirá su mensaje a las industrias alimenticias, dado que “la mayoría del consumo de sodio viene de alimentos procesados y preparados, no del salero”.

Las guías establecen objetivos a 2 y 10 años.

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