Mientras que el café, té y vino tinto se relacionan con una mayor diversidad en estos microorganismos del tracto gastrointestinal.

Esta es una de las principales conclusiones del estudio en el que participaron, entre otras, la University Medical Center of Groningen (Países Bajos) y una investigadora del Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España.

Explican los expertos que el cuerpo humano está ‘invadido’ por un gran número de microorganismos que, conjuntamente, conforman la microbiota humana. La más rica en cuanto a composición de especies es la intestinal, pero en todo el cuerpo estos organismos microscópicos juegan un papel fundamental para la salud.

María Carmen Cenit Laguna, firmante de este artículo e investigadora del CSIC en el Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos, señala que hoy se sabe con certeza que la dieta puede “alterar fuertemente” la composición de la microbiota intestinal.

Sin embargo, “actualmente no se conocen con exactitud los mecanismos por los cuales la dieta puede modular la microbiota intestinal y qué factores dietéticos específicos son los que producen cambios en la composición de la misma”, indica.

Según esta investigadora, en este estudio se observa que un gran número de factores dietéticos contribuyen a la variabilidad de la composición de la microbiota, informó el CSIC en una nota de prensa.

Así, este artículo describe que el consumo de refrescos azucarados tiene un efecto negativo para la diversidad de la microbiota mientras que el consumo de café, té y vino tinto, considerados una fuente de antioxidantes fenólicos con propiedades antiinflamatorias, se ve asociado a un incremento de la diversidad de la microbiota.

Otras características de la dieta occidental, como el alto consumo de grasa y energía, picar entre horas (comer sobre todo aperitivos salados entre las cinco comidas que se recomiendan), y el consumo de leche rica en grasa han sido asociados con una menor diversidad de la microbiota, según las mismas fuentes.

Para esta científica, la información de este estudio constituye un avance en el conocimiento de las interacciones entre el ambiente, la microbiota y el huésped.

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