Las tres citas, encontradas en una noticia de uno de los tantos periódicos existentes en Colombia, reflejan lo empalagoso que ya se volvió ese giro idiomático entre muchas personas. Casi podríamos decir que esa «diabetes lingüística» no solamente los está «enfermando» aún más, sino que se está extendiendo por doquier.

En la lectura de revistas, periódicos y escritos en Internet, yo siempre encuentro el más variopinto «menú» (repetitivo, además) para hacer mis acostumbradas observaciones gramaticales. Quede bien claro: observaciones, no imposiciones. Quien quiera seguir escribiendo y hablando mal, que lo haga libremente; será sobre su imagen que recaigan las críticas implacables de los demás.

Como no son pocos los lectores que me sugieren que me refiera al hábito de ir o estar «al interior», en toda ocasión, pues los complazco con la misma intención con que yo había guardado unos apuntes sobre el particular. Los escribo con base en las descachadas que diariamente se leen en periódicos y revistas, y se escuchan en radio y televisión.

Veamos un caso tomado de un periódico colombiano:

«El hecho se registró a la 1:50 a. m. de este viernes, luego de que al interior del establecimiento conocido como ‘Cielo Azul’ se desatara una riña».

Más adelante, en otro párrafo, se decía otra vez: «La víctima es un hombre de 42 años, quien fue herido en el tórax con arma blanca, luego de que su agresor, un hombre de 26 años, iniciara una riña al interior del ‘club’».

Pero, como si fuese poco, añadieron: «Según información entregada por el coronel (…), comandante (e) de la Policía Metropolitana de Bucaramanga, no es la primera vez que se registran hechos de violencia al interior de ese establecimiento privado».

Las tres citas, encontradas en una noticia de uno de los tantos periódicos existentes en Colombia, reflejan lo empalagoso que ya se volvió ese giro idiomático entre muchas personas. Casi podríamos decir que esa «diabetes lingüística» no solamente los está «enfermando» aún más, sino que se está extendiendo por doquier. Ya también hablan así muchos políticos, ministros, ejecutivos, comentaristas y muchos otros. Los males se contagian. No se entiende ¡por qué la corrección no se contagia de igual modo!

¿Cómo se dice, entonces? Sencillamente, se pueden usar variables verbales para indicar que alguien está, o estaba, ‘dentro de’ un inmueble. El adjetivo interior significa que hace parte de adentro. Por eso no es aconsejable emplear el giro «al interior de…» cuando no hay sugerencia de movimiento o dirección de algo o de alguien. Significa esto que «al interior de…» puede usarse solamente si se va a decir que alguien está yendo o caminando hacia un lugar determinado.

Ejemplos:

«Los jóvenes fueron obligados a dirigirse al interior de la oficina».

«Él caminaba al interior de su dormitorio».

«La vecina se desplaza ahora al interior de su cuarto, en ropa interior».

«La reunión va a comenzar, los invitados se dirigen al interior del salón».

Hay quienes dicen que si uno está ubicado en un lugar también podrá decir: «Estoy al interior de tal lugar». No, no es cierto; ese es otro error. Es correcto: «Estoy en tal lugar», porque la preposición en significa en qué lugar, tiempo o modo sucede la acción del verbo. (En este caso, estar). «Estoy en la cocina»; «Ella está en el baño»; «Los niños están en el patio».

Lo dejo, amigo lector, para que vaya al interior de su mente y reflexione sobre la «interiorización» excesiva y errónea.

¡Hablar y escribir bien es el reto de hoy!

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