No sé si el mejor, pero el más importante sí. Y no escribo esta entrada para intentar convencer a nadie, solo para reivindicar, así sea un poco, la imagen de ‘Pacho’.

Pulzo publicó una nota titulada “Maturana descarta a Colombia de favoritos para ganar la Copa América”. Nunca dijo que no fuera capaz, ni que no será campeona. Solo dio su opinión: la favorita es Argentina. Ah, pero cuando se meten con la patria, con la tierrita, con lo sagrado que es el fútbol, los comentarios de los avanzados e ilustrados son tan desobligantes y ridículos, que quiero compartirlos con ustedes.

Jairo Ballack (que fijo es primo de Michael) dice que “Maturana es un fracasado que no debería hablar de fútbol”.

Cristian Malpica Alfonso escribió que “ese señor ganó una copa América de papel y piensa vivir con eso toda su vida jajajajajajaja”, pero se le olvidan el campeonato con el América, la Libertadores con Nacional y hasta los títulos que ganó con Trinidad y Tobago y con el Al-Hilal (sin contar las dos estrellas que consiguió con Nacional como jugador).

Con roscas y todo lo que la gente quiera, Francisco Maturana le dio prestigio a un fútbol lleno de narcotráfico y deportistas que pasaban más tiempo en burdeles que en gimnasios. Elevó el nivel de los jugadores y fue el artífice de dos de las únicas cinco veces que hemos ido a un Mundial (sí, solo hemos ido 5 de 20), pero para los fervientes hinchas eso no significa nada.

Pero sin duda por lo que más le dan palo a Maturana es por su célebre frase “perder es ganar un poco”.

Hagamos un ejercicio lejano del fútbol, que por sus pasiones a veces nubla cualquier lógica. Difícilmente se aprende más que cuando se pierde, en cualquier aspecto e la vida. Sobre todo porque la derrota genera preguntas y, por ende, respuestas; genera reflexiones que enriquecen al que se detiene a preocuparse.

Ya en el plano futbolístico, Pékerman es un buen ejemplo. En la Copa América de Chile 2015 perdió y feo. Más allá del resultado, el juego de Colombia fue feo. Y esa derrota le hizo entender que no se puede aferrar a un grupo de jugadores por gratitud. En 2016 renovó, tanto en Eliminatorias como en Copa América, y los resultados han sido mejores. Ganó algo en esa pérdida.

Tratar de defender una frase de estas en un país como el nuestro, donde solo sirve el resultado, pero no el proceso; donde la felicidad es el fin y no el camino; donde cada uno se considera mejor que cualquier técnico… Es una tarea casi imposible.

Pero para ello, nada mejor que las mismas palabras de Maturana, quien alguna vez dijo:

Todos los días encuentro más razones para fortalecer esta concepción, porque a partir de las derrotas se construyen los triunfos y te da más empuje. España fue campeón cien años después cuando perdió con Chile. Esta frase la dijo Vicente del Bosque, Confusio y Shakespeare y no pasó nada. Esta expresión es para inteligente y no para los burros”.

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