En noviembre se celebra la independencia de Cartagena, una de sus independencias, esta ciudad fue muchas veces libre y muchas conquistada, libre y conquistada.

En noviembre me robaron en Cartagena.

Mi hermana Liliana, saco su celular en la Plaza de la Aduana para grabar una canción de un concierto, la última canción de un concierto de vallenaro dura horas, y ella la quería toda. Terminando alguien paso rapando su celular.

No es una historia sobre lo noble y bueno que aún queda, entre muchos alcanzamos al ladrón, llego la policía y comenzó el problema. Poner una denuncia a Cartagena es un imposible.

Nos robaron a las 8:00 de la noche. Sobre las 8:05 ya estábamos un una poco amable reunión: una muchedumbre, tres policías bachilleres, el ladrón y nosotros. Para evitar un apaleamiento publico el ladrón fue el primero en irse, sin ladrón no hay espectáculo, nosotros acompañamos a los policías a la estación de centro.

Allí, nos preguntaron por primera vez si estábamos interesados en interponer una denuncia, una pregunta normal, si te la hacen una vez no 15.

Luego vinieron más, Sabíamos que tardaría pero esperábamos estar libres a las 12. OBVIO NO.

De la estación del centro, con su correspondiente espera nos condujeron en una patrulla al lugar donde estaba el ladrón, empezó la rutina de “Yo no fui” “Tengo hambre” “¿borracho yo?”.

Entonces sonó tres veces más “Quieren interponer una denuncia”.

– Sí.

-Sí, agente. 10:00 p.m.

El ladrón estaba en una carpa en la zona de la muralla que da acceso al puente de Manga, con nuestro “sí” nos llevaron al CAI de la entrada de Bocagrande.

Una hora de espera, mas otra de testimonio para contar 10 minutos por estar frente a un policía de torpe mecanografiar.

Dos veces mas “Quieren denunciar” Si. 12:00 a.m.

Ya no nos llevaron más. Tocó taxi.

Perro caliente en una estación de servicio y a la fiscalía en Crespo.

Ritual de ver pasar todo aquello más importante, narcotraficantes, ladrones más peligrosos, borrachos heridos y esperar, esperar y esperar. 1 a.m.

Sobre esa hora entró sólo mi hermana a interponer la denuncia, a partir de ahora ya no vi nada mas, pero me lo dijo mi hermana y le creo, aunque cuanto contó parece increíble, yo le creo.

Adentro en una pequeñaa sala, al fiscal o su ayudante le dicen: Esta usted segura que fue él.

-Sí.

Segura.

-SÍ.

Él dice que no.

-Normal.

Es conocido, es músico.

-¿Y?

Igual no le recibo la denuncia, le toca con la SIJIN.

Ante una denegación de justicia del tamaño de un piano, fue al cuarto siguiente.

LA SIJIN

Hola.

No puede entrar, estamos en una incautación. Mesa de oficina llena de Cocaina. This is Colombia. (Digo yo) 2. a.m.

Después de terminar su proceso, cualquiera que este sea, recibieron la denuncia.

Nuevamente una hora para contar lo que paso en 10 minutos frente a un secretario de torpe mecanografiar. Salió más triste de lo que entró, ella es abogada y aún así salió más triste de lo que entró. 3 a.m.

Hoy no sabemos que más pasó, vivimos en Bogotá y es complejo revisar lo que ocurrió, dicen que está en investigación, un robo con detenido capturado en flagrancia.

– Juego nuevamente la misma carta- y eso que somos abogados.

Ya no me quedan hechos, solo opinión.

6 horas para interponer una denuncia, cuenta como revictimización, entiendo pero no justifico quienes prefieren un golpe bien dado.

#PazMiPez. Después de haber perdido el celular o la billetera, obligan a la víctima a perder su noche y en Cartagena eso también tiene un gran costo.

La justicia es el servicio publico fundamental. ¡La justicia y la seguridad son novios nuevos que van a todas partes juntos!

Que no te pase nada y que si te pasa puedan encontrar y castigar a quien fue, es todo cuanto esperas, eso es libertar, eso es estado, eso es paz.

Cartagena es un microcosmos nacional con lo peor y lo mejor de todas ciudades, y a pesar de esta historia, no esta nada mal. Interponer una denuncia en Bogotá puede tardar 10 o 12 horas. Acudir a una unidad de reacción inmediata y salir el mismo día es una proeza de difícil repetición.

No se quede callado, suena bien y se dice pronto pero supone enfrentarse con un sistema que no espera que lo hagas. Después de tantas veces que te preguntan si quieres o no denunciar, solo puedes intuir sin mayor instinto que esperas que no lo hagas, completar formularios, acudir ante un fiscal, mover el pesado aparato estatal “sólo por un celular” parece que no compensa.

@jsnoriegac

Asesoría crear empresa en Colombia

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