Hace un poco más de veinte años dejé la universidad. De aquellos días, recuerdo sus edificios antiguos, que se caracterizaban por sus estrechas y empinadas escaleras.

Pero así como el tiempo pasa, mi alma mater se fue transformando; probablemente más que sus estudiantes. De la Fundación Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano, pasó a llamarse la UTadeo y, así como se transformó su nombre, lo hizo su estructura arquitectónica.

Hace unos años apareció el edificio de Posgrados, luego la biblioteca y, poco después, la construcción que remplazó la vieja casa del Bienestar Universitario.

Ahora, tal vez llegó un merecido premio para esa facultad que estaba un poco relegada: la de los artistas plásticos. Un cubo que permite promover la mirada original de quienes tienen la capacidad ver el mundo con otros ojos, dominará la parte norte de un espacio del centro de la ciudad que, día tras día, va siendo dominado por diferentes claustros universitarios.

Mientras la Universidad Central ha dedicado su atención a recuperar los antiguos teatros y la de los Andes a competir con sus altas torres; la Tadeo busca un espacio lleno de creatividad para formar a quienes liderarán las diferentes artes.

Con el nuevo edificio en forma de cubo, y que parece suspenderse bajo la mirada del cerro de Monserrate, estos jóvenes genios, que son capaces de ver el mundo no solo con otros ojos, sino en general con otros sentidos, aprovecharán las modernas tecnologías y las antiguas técnicas para expresar lo que les ofrece su ciudad, su universidad y en general su mundo.

La estructura está diseñada para la interacción de los estudiantes con la ciudad y para activar en ellos su fuerza creativa con la vida urbana: “en este espacio están los talleres de diseño, los estudios de fotografía, magníficos salones para pintura y salas colaborativas que se pueden ampliar”, puntualizó la rectora Cecilia María Vélez.

Por su parte, Jaime Pinzón López, presidente del Consejo Directivo, señaló que a partir del primero de diciembre estará  al servicio de la Universidad y de Bogotá, el nuevo edificio de Artes y Diseño de la Tadeo, situado a la entrada del centro de la capital, en la calle 26 entre carreras cuarta y quinta, con altura equivalente a ocho pisos y veinte mil metros de construcción, concebido por el arquitecto Ricardo La Rotta.

Su estructura, amigable con el medio ambiente, está elaborada en una mezcla mixta de metal y concreto que contiene salas múltiples, tecnología de última generación, espacios libres verdes en diferentes niveles, paneles acústicos para subdivisión de aulas, mobiliario flexible, un antiguo inmueble de conservación incorporado, reciclaje de aguas lluvias, luz especial y fachada trascendente que se integra con la Biblioteca Nacional, el Parque del Bicentenario y el Museo de Arte Moderno (MAM).

Pinzón López destacó, además, que “la transmisión de conocimientos y valores en el siglo XXI requiere de infraestructura adecuada, dejando atrás tiza y pizarra, para adoptar enfoques de desarrollo sostenible, flexibilidad y movilidad, pertinencia, selección, evaluación, actualización, perfeccionamiento, internacionalización, dominio de idiomas, especialmente del inglés, del uso cibernético de la biblioteca, de continuar la emisión de programas en la emisora de naturaleza culta”.

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